En la antesala para el pitazo inicial de las campañas electorales de este año, en 6 entidades incluida Tamaulipas, este 25 de marzo Lorenzo Córdova advirtió que la agenda de género es un pilar de la democracia “pero que sin elecciones libres, transparentes, equitativas, ciertas y administradas por órganos autónomos del poder y de los intereses políticos, ningún logro en materia de paridad y de la agenda de género lograría compensarse y podría haber regresiones”.
El presidente del INE participó en el primer Congreso Nacional de Igualdad de Género e Inclusión, que llevó por nombre “Retos de la agenda democrática” y ahí alertó que si no se cuidan esos logros podrían perderse.
Para el arbitro electoral el tema de género y la consolidación de conquistas democráticas no tiene punto final y el camino que lleva a otros procesos democráticos debe ser de ida y vuelta, una democracia paritaria, ha dicho, tiene que ver con los temas que nos toca defender, “procurarla y, sobre todo, hacer todo para no perderla en tiempos complejos, en los que ominosamente podemos ver muchos ejemplos actuales de cómo la democracia si no se le cuida, se nos va de las manos”.
Con un discurso siempre mesurado, pero a la vez enfático Córdova Vianello brindó una exposición de cómo se ha avanzado en las últimas tres décadas en el sistema electoral mexicano, logros que permiten el voto libre de la mujer, la paridad, la inclusión y el reconocimiento de todos sus derechos político – electorales. Sin embargo, los partidos políticos no están atentos a este mensaje, enfrascados ya en la antesala de la madre de todas las batallas, en la competencia por seis gubernaturas, están aprovechándose del tema de la igualdad para fomentar la violencia política entre las mujeres políticas, ellas como protagonistas de enfrentamientos verbales y guerra sucia.
Y no, no somos iguales, aunque aquí en Tamaulipas comienzan a amarrar navajas entre algunas de ellas.
Las mujeres han ganado terreno suficiente para tener más participación en las campañas y las elecciones, han hecho historia, pero no han logrado feminizar la política, que sigue basada en estrategias machistas de denostación del oponente, de lo que ellos han perpetuado como guerra sucia, basándola en la desinformación, la infodemia y la violencia digital que desmerece una contienda electoral de altura, donde ellas pueden destacar, sin ser objeto de montajes a modo de pleitos vecinales.
El que veamos más mujeres en esta contienda no es fortuito, es resultado de una lucha de muchas colectivas y políticas que han empujado esta agenda de la que habla Lorenzo Córdova, que la han fincado pese a la resistencia de sus propios partidos políticos, que la han afianzado con la alianza de más mujeres como las legisladoras, las defensoras de los derechos humanos, las periodistas y las que estamos interesadas en visibilizar los temas que nos interesan y benefician a todas. Los logros son de todas, no de un partido político o una ideología, son el resultado de una acción colectiva, que no se les olvide.
Sé bien que al arbitro se le rechifla y no se le escucha, pero para defender la agenda de las mujeres es urgente tomar medidas y cambiar el rumbo, como explica el presidente del INE, es un tema de todas y todos, “dado que el problema en la agenda de las mujeres es sobre todo cultural, esa cultura patriarcal, ancestral, que seguimos arrastrando, diría que la agenda de las mujeres es, ante todo, una agenda de los hombres”.
Por Guadalupe Escobedo Conde




