Imposible saber cómo va a actuar el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, o la Fiscalía General de la República de Alejandro Gertz Manero, pero el tercer informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes sobre el caso Ayotzinapa es demoledor.
Y en un país medianamente serio, debería tener consecuencias para quienes desde la milicia, el gobierno o la procuraduría, avalaron la mal llamada “verdad histórica”.
Van algunos puntos revelados por el comité de juristas y médicos extranjeros que investiga el caso desde el 2014 a petición de los padres de los normalistas, y con el aval de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y del propio gobierno mexicano.
Acaso lo más grave sea que tanto el Ejército como la Marina escondieron información valiosa que hubiera servido para llegar a conclusiones más certeras, y muy distantes de la versión oficial del entonces Procurador Jesús Murillo Karam, que sostiene que los estudiantes fueron incinerados en el basurero de Cocula, al grado de desaparecer cualquier rastro de ellos.
Entre los elementos que fueron desclasificados está un video donde se aprecia a elementos de la Marina Armada de México llegar al sitio antes que la Procuraduría.
A los marinos se les observa manipular diversos objetos.
En la zona incluso intentó aterrizar un helicóptero, y también se registró la presencia del Procurador antes de lo registrado en las bitácoras oficiales.
Otro hecho relevante dado a conocer por el GIEI es que el Ejército estaba infiltrado en la Normal de Ayotzinapa con al menos dos estudiantes que en realidad eran agentes de inteligencia, y que habrían reportado a sus superiores en tiempo real lo que estaba ocurriendo.
Es decir, la SEDENA tenía mucha más información de lo que estaba pasando esa noche en Iguala, de la que siempre había reconocido.
Las revelaciones de los expertos confrontan de manera directa a la administración de Peña Nieto, con evidente responsabilidad de su procurador, Jesús Murillo Karam, como el autor intelectual de la ridícula “verdad histórica”, Salvador Cienfuegos, en ese entonces Secretario de la Defensa Nacional; y el Secretario de la Marina, Vidal Soberón Ruiz.
Pero los padres de los normalistas ayer también exigieron a López Obrador que haga lo necesario para que haya consecuencias por el ocultamiento de información y la manipulación de la investigación.
Cuando inició el sexenio de la Cuarta Transformación, el presidente se comprometió a crear comisiones de la verdad para esclarecer crímenes históricos como el de Ayotzinapa, o las matanzas de migrantes en San Fernando.
A la mitad de su administración, bien valdría que cumpla ese compromiso: en un país como México, con heridas abiertas en tantos lugares como Tamaulipas, ya es hora de hacer valer el derecho a la verdad y la justicia.
Los arranques
Los equipos de campaña están afinando sus planes para el inicio de la campaña.
El “Truko” eligió Reynosa para comenzar y lo haría en el primer minuto del 3 de abril, es decir a la medianoche del sábado; y Américo lo hará en su ciudad natal, con un evento en la colonia que lleva el nombre de su padre, Américo Villarreal Guerra, el domingo por la mañana.
Por Miguel Domínguez Flores




