La conversación pública está copada por la inminente entrada de las campañas políticas, aquí en Tamaulipas nadie puede sustraerse al tema de la contienda, están de moda los ataques mediáticos que buscan denostar al contrincante y confundir al electorado, pero esa es otra historia. En información paralela que también importa están los nuevos datos que, sobre nosotras, las mujeres dan a conocer desde el INEGI, el órgano institucional que nos cuenta todo.
“Contamos todas” dice el lema en las estadísticas del mes de marzo, junto al lema mundial de la ONU “Igualdad de género hoy para un mañana sostenible”, discurso que llega a las postrimerías del mes ya desteñido. Con estos datos sustentan el impacto de la pandemia de COVID 19, sí, aunque no parezca o muchos lo hayan olvidado, todavía no hemos derrotado este virus, y se específica que la afectación de este no ha sido la misma en mujeres y en hombres.
Para visibilizar las diferencias, se realizó un trabajo estadístico con perspectiva de género en cinco ámbitos específicos: Seguridad y Violencia, Salud, Empleo, Trabajo no remunerado, Ingreso y Gasto.
En todos, las más afectadas somos las mujeres. Y los datos no son ociosos, deberían servir para plantear políticas públicas que nos saquen de estos problemas y aprovechando las campañas, que los candidatos conozcan y reconozcan la gravedad de las desigualdades para plantear sus propuestas con perspectiva de género.
Con los indicadores que dan cuenta de las situaciones de violencia e inseguridad que han experimentado las mujeres durante la contingencia, se nos informa que el porcentaje de mujeres que dicen vivir inseguras en su ciudad es del 70.3 por ciento, respecto a los delitos que se cometieron en contra de las mujeres en medio de la pandemia, se identifica una baja en el robo en la calle o transporte público, pero aumentaron los fraudes digitales y la violencia familiar.
El año pasado, según las cuentas del INEGI, los cajeros automáticos fueron los lugares donde se percibió más inseguridad, pero en todas las categorías, las mujeres padecen más que los hombres. Dentro de casa, en confinamiento y pese a todos los exhortos de procurar un ambiente de concordia, un 20 por ciento las mayores de 18 años sintieron miedo en su propio hogar y de las que reportaron la violencia doméstica 3 de cada 10 denuncio a su pareja sentimental.
Cambiaron los hábitos sociales por la pandemia, y se adaptaron los macro y micro machismos contra las mujeres, nada salva a las víctimas de violencia de género, si bien bajaron los asaltos en las calles es porque no andaban en la vía pública y si se incrementaron los delitos intrafamiliares es por estar más tiempo encerradas con el enemigo. Esto lo alertaron con oportunidad la OMS y las feministas, pero no hubo un plan para contener esta otra pandemia.
Las cifras oficiales calan el alma de todas y los otros datos debe estar peor, la violencia se ha exacerbado contra las mujeres, ojalá que los que buscan el voto conozcan bien la emergencia de las votantes. Somos más de la mitad de la población, más de la mitad en la lista nominal de electores y contamos todas.
Por Guadalupe Escobedo Conde