CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Los Ruiz Zúñiga se describen como “una familia olvidada por Dios y por las autoridades” ya que enfrentan padecimientos físicos y mentales que no pueden atender medicamente por que viven en la miseria.
En una choza localizada en el centro de la colonia Amalia G. Construida con capote y techo de lámina que en estos tiempos, es un auténtico horno después de las 10 horas, ahí viven la pequeña familia integrada por cuatro personas.
Leonor Zúñiga de 57 años platica que no sabe qué hacer por la forma tan precaria como viven, ya que en ocasiones no tienen ni para comer, menos para pagar el tratamiento de su esposo y su hija.
“Por ello quisiera que me ayudaran con lo que pudieran; mi familia lamentablemente no se está medicando porque no hay dinero. Mi esposo lava micros, carros y mi mamá sale a pedir limosna” dijo
Judith de Jesús Ruiz Zúñiga tiene 17 años, pero aparentemente su cuerpo es el de una niña de 12 a 14 años, a consecuencia de la anemia que le detectaron desde que nació la cual no le ha permitido desarrollarse correctamente.
“No comía bien y me salía sangre de la nariz; me la diagnosticaron desde que nací, pero después de la secundaria, el maestro se dio cuenta que cuando la ponían a hacer honores ella se mareaba” dijo la adolescente.
La joven no estudia, ni trabaja, no tiene fuerzas para realizar alguna actividad de media o alta demanda, ella padece un tipo de anemia que afecta a las personas que tienen afecciones y les provoca inflamación, como; infecciones, enfermedades auto inmunitarias, cáncer link y enfermedad renal crónica (ERC).
La joven plática que todo el día está cansada y en ocasiones sangra de la nariz, pero debido a la pobreza como viven, dejo de tomar tratamiento y no cuenta con seguimiento médico desde hace años.
Noé Ruiz es el padre de familia, y pese a que tiene 46 años, hace tres años fue diagnosticado con esquizofrenia, un trastorno mental grave por lo que esas personas interpretan la realidad de manera anormal.
“Él no es agresivo, solamente ve cosas y escucha voces que no existen; por ello, no le dan trabajo en ningún lugar. Solamente sale en las mañanas a lavar coches pero en ocasiones no regresa ni con 20 pesos” platica Leonor.
La esquizofrenia requiere tratamiento de por vida, incluso si los síntomas desaparecen. El tratamiento con medicamentos y terapia psicosocial puede ayudar a controlar la enfermedad pero el hombre no cuenta con un seguimiento de salud.
Otro integrante importante de la familia es Manuela Ontiveros Álvarez de 76 años, la señora padece osteoporosis y presión alta y pese a ello, diariamente recorre los centros comerciales a buscar ayuda con limosnas.
Por ello la familia pide con desesperación la ayuda de la sociedad, ya sea para comprar despensa o atenderse medicamente como sea posible, ya que platican en ocasiones pasan días sin comer y la situación de salud cada vez empeora màs.
“Por favor ayúdenos, con lo que puedan, si es mucho o poco pero algo, con un poco de despensa; dinero o algo para construir la casa que como ven, se está cayendo a pedazos” relata afligida la madre de familia.
Por Raúl López García
EXPRESO-LA RAZON




