Mientras que las presiones políticas para que el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, deje el cargo son cada vez más fuertes y generalizadas, al interior del PAN ya surgieron igualmente voces que exigen la cabeza del jerarca nacional, Marko Cortés Mendoza.
Las causas, en ambos casos, los pésimos resultados electorales, tanto del 2021 como del 2022.
En el de Acción Nacional, uno de los que exigen la renuncia del dirigente blanquiazul es el senador Gustavo A. Madero.
El legislador piensa que es necesario que el alto mando nacional cambie la forma de trabajar o que en su defecto renueve la dirigencia.
Es urgente, expresó, el cambio de estrategias o de personas. Otro de los que demandó la inmediata dimisión de Cortés Mendoza fue el gobernador de Aguascalientes, Martín Orozco.
El mandatario hidrocálido dijo que Marko debería dejar el cargo por dignidad y entregar las riendas de la agrupación a un dirigente que dé mejores resultados. Sin embargo, tal y como ha ocurrido con el ex gobernador de Campeche, el número uno de los panistas ha argumentado que fue electo para dirigir al instituto hasta noviembre de 2024, fecha hasta la que se propone seguir al frente de la organización, decisión que es respaldada asimismo por sus partidarios y simpatizantes. Por lo que respecta a Alito, su situación se ha tornado insostenible.
Manlio Fabio Beltrones renunció a la dirigencia por perder la mitad de las gubernaturas que ha perdido el campechano, el homólogo de este en Coahuila, Humberto Moreira, dejó la presidencia del CEN por acusaciones de corrupción y a Enrique Ochoa Reza lo quitó el presidente Peña Nieto por la mala conducción del tricolor.
El panista Diego Fernández de Cevallos recomienda también a Moreno Cárdenas separase del cargo, primero para preparar su defensa jurídica de las acusaciones de delitos que tiene encima y que eventualmente podrían llevarlo a prisión y, segundo, para evitar mayores daños políticos a la alianza Va por México que vive momentos cruciales.
Y es que si la coalición política ideada por el clan de los Claudios X. González no hace los ajustes y cambios que las circunstancias requieren, podría resquebrajarse pues cada vez son más los que consideran que Acción Nacional debe de prescindir de la alianza con el PRI y el PRD, que ya demostró su ineficacia en los comicios de 2021 y 2022.
En Tamaulipas, a propósito de relevos partidistas, no se ha exigido la renuncia del jerarca estatal, Luis René Cantú, a pesar de que, durante su gestión el partido albiazul perdió la mayoría legislativa en la entidad en las elecciones de 2021 y la gubernatura en 2022 por una sencilla razón, que las decisiones del partido político no las toma el dirigente sino en la casa de gobierno del Estado.
La posición política del “Cachorro”, no obstante, es muy enclenque. Como es del dominio público, el dirigente fue relevado del cargo de coordinador de la fracción parlamentaria en el congreso estatal por su deficiencia en el desempeño, posición que se asignó al Moyo Félix García Aguiar, y no sorprendería que corriera una suerte similar en la presidencia del comité directivo estatal, antes de que concluya su gestión.
Dentro de poco más de un año arrancará formalmente la carrera presidencial y todos los partidos políticos, pero sobre todo los que conforman la oposición albiceleste, deben de llegar al punto de inicio de la disputa electoral en la mejor forma y sin pendientes de corregir.
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