TAMAULIPAS.- Es numeroso el contingente. Están felices y lo demuestran. Banderas multicolores ondean agitadas a causa del viento vespertino de Tampico.
Globos amarillos, rojos, azules, verdes,blanco, morado, serpentinas plásticas, adornan las camionetas, los remolques de metal.
La comunidad Lesbico Gay Bisexual Transexual Inter Queer + toma la Avenida Hidalgo y emprende la marcha.
Es la Caravana por la Dignidad 2022 del sur de Tamaulipas para pedir por el respeto a la diversidad e identidad de género de todos y todas y +.
Maquillaje, gloss, rubor, rimel, pestañas, polvo, pequeños destellos en las mejillas, entre los párpados, sobre los labios. Los últimos retoques para lucir esplendorosas, esplendorosos, radiantes en un dia tan especial para la multiculturalidad social.
Un ambiente como pocas veces se vive en el sur de Tamaulipas.
Son poco más de 350 integrantes de la comunidad, representantes de los colectivos de Tampico, Madero y Altamira reunidos para visibilizarse para exigir que se respeten sus derechos como seres humanos, mas allá de sus gustos y aficiones.
Padres, madres, familias completas acompañan a sus hijos, hijas, hermanos, hermanas durante la travesía a través de la arteria vial.
Bailan, cantan, sacuden la cabeza y contonean los cuerpos al ritmo de los estruendosos beats que escapan de los enormes altoparlantes.
Chaquiras, transparencias, lentejuelas, vestidos fluorescentes, rojos, aterciopelados, largas colas, viniles ausentes de color, rostros semicubiertos en ropas ajustadas al cuerpo, holgadas, felices desfilan y marchan para exigir sus derechos, su derecho a existir.
Los claxons de los automovilistas no dejan de sonar conforme avanzan el contingente, los celulares asoman por las ventanillas de los autobuses, de los carros de ruta, no pasan desapercibidos en ningún momento.
«la vida es tan corta, como para no reconocer que soy bisexual» se lee en un mensaje escrito en una cartulina.
«¡Mamá soy gay!. Se lee en otro.
Los colectivos se desplazan para llegar al centro.
Hay porras, hurras, palabras de aliento y fortaleza y sobre todo reflejan el orgullo de los integrantes de una comunidad que espera sobre todo respeto .
Los contingentes se reúnen en la Plaza de la Libertad, para seguir con un evento artístico.
El amor está en el aire y no se hacen esperar sus manifestaciones.
Un beso entre dos chicas es suficiente para mostrarle a la sociedad que no hay diferencias.
» mejor joto agredido que macho desabrido», dice una pancarta.
La reunión se extiende durante la noche en el centro de la ciudad .
La «fiesta» se extingue poco antes de las 9 y tendrán que esperar hasta el próximo año para volver a tomar las calles del Puerto de Tampico.
Las banderas multicolores se guardan nuevamente para regresar casa en medio de la oscuridad.
Por Jose Luis Rodriguez Castro La Razón