El pasado 23 de junio, el terrible asesinato de la cantante Yrma Lydya a manos de su esposo, el abogado Jesús “N”, en el restaurante “Suntory” de la colonia Del Valle, Ciudad de México, paralizó a la sociedad y movilizó a decenas de policías en cuestión de segundos.
Los primeros reportes mostraban imágenes crudas dentro de un salón privado en el restaurante “Suntory”. Sangre, una pistola, el cuerpo de una mujer y un hombre de 79 años detenido por la seguridad local inundaron la escena. El semblante de Jesús “N”, quien vestía pantalón gris, camisa blanca, corbata y tirantes, no daba cabida a lo que había ocurrido, después de una discusión acalorada, el abogado disparó contra su esposa en tres ocasiones, así, sin más. Sacó una pistola en medio de un lugar repleto de gente a la hora de la cena y le quitó la vida a Yrma Lydya, una joven de 21 años, promesa de la música mexicana.
Jesús “N” fue asegurado por elementos de la Secretaría Seguridad Ciudadana (SSC) y trasladado al Reclusorio Norte de la Ciudad de México donde se inició una carpeta de investigación bajo el protocolo de feminicidio.
Jesús “N” se presumía poderoso, pero tenía denuncias de agresión
Después de que el caso saltó a la opinión pública, reporteros de diversas fuentes contaron sus historias y momentos que vivieron con Jesús “N”, uno de ellos fue Emiliano Ruiz Parra, periodista y autor de las obras “Ovejas negras”, “Los hijos de la ira” y “Obra negra”. Emiliano abrió un hilo en su cuenta de Twitter para narrar un episodio de su vida laboral donde tuvo que interactuar con este sujeto.
El periodista narró la facilidad de Jesús “N” para alardear sobre el poder que poseía, sus lujos y amistades multimillonarias, además de mostrarse como un hombre acosador con las mujeres del restaurante que lo citó para hablar.
Me citó en un salón privado del restaurante Max Prime de Insurgentes Sur. Presumía que era un negocio suyo. Lo primero que me llamó la atención: las meseras usaban unas fajas que las hacían ver delgadísimas.
Ruiz Parra detalló el atuendo de Jesús “N” en esa ocasión: “vestía una camisa blanca de seda. Tirantes. Traje gris a rayas. El reloj Audemars tenía brillantes hasta en la correa. Pero lo más ostentoso: una corbata también entretejida con brillantes”. Prácticamente, el mismo look de mafioso italiano que portaba el día que disparó contra su esposa.
Presumió un artículo de la revista “American Lawyer” donde venía una foto suya y lo identificaban como “the Godfather” mexicano.
El periodista buscó a Jesús “N” para recabar información sobre la iglesia mexicana, pero nunca respondió. En cambio, se ofreció a presentarle a altos políticos mexicanos para iniciar una carrera, le presumió su vida lujosa y hasta trabajar con él vendiendo obras de arte a cambio de una generosa comisión.
Al final, Emiliano desistió, prefirió irse del restaurante y buscar información en otro lugar.
Tras la muerte de Yrma Lydya, historias de violencia protagonizadas por el abogado comenzaron a darse a conocer y la Fiscalía mexicana abrió una investigación por el delito de feminicidio en contra del detenido, quien el pasado 25 de junio fue trasladado al Reclusorio Norte para continuar su proceso legal.
Denuncias de violencia versan sobre el asesino de Yrma Lydya
Yrma Lydia Gamboa Jiménez denunció a su esposo, el abogado Jesús “N”, por agredirla y golpearla con un arma en diciembre del año 2021, pero las autoridades cerraron la investigación luego de que ella le otorgara el perdón a su agresor.
Las agresiones comenzaron la noche del 19 de diciembre, alrededor de las 22:00 horas. Yrma Lydia acudió con su esposo Jesús “N”, al Charco de las Ranas, restaurante ubicado en Periférico Sur, en Jardines del Pedregal. Allí, el hombre comenzó a golpearla y a llamarla “prostituta y golfa”, según la declaración. Al llegar a su domicilio, en la misma colonia, Lydia narra que su esposo le escupió, la encañonó con una pistola, la pateó e intentó ahogarla en el jacuzzi.
Yrma acudió a las oficinas del Ministerio Público de la alcaldía Álvaro Obregón, en donde puso la denuncia y declaró lo sucedido. La mujer también dijo que no era la primera vez que Jesús Hernández Alcocer la agredía, ya que en ocasiones anteriores había sido víctima de violencia física, verbal y sexual.
Lydia detalló en dónde se encontraba el arma con la que había sido agredida, así como las otras pistolas que el abogado coleccionaba y expresó que temía por su vida, pues su esposo era violento y vengativo, lo cual quedó registrado en la carpeta de investigación que las autoridades desecharon en ese año.
CON INFORMACIÓN DE EL HERALDO DE MÉXICO