La educación elemental en México como tal, surgió a raíz de las reformas juaristas de mediados del siglo XIX; anteriormente estaba a cargo de los sacerdotes de ciudades y pueblos del país.
Sin duda alguna, nuestro querido Tamaulipas ha visto pasar por sus municipios a un gran número de buenos y dedicados profesores, quienes forjaron a muchas generaciones de tamaulipecos exitosos.
Para hablar de todos ellos habría que hacer varias páginas y sería interminable la lista de profesores y profesoras.
En la presente investigación se hablara sólo de algunos de ellos.
LUIS PUEBLA Y CUADRA
Nació en Cocoyoc, Morelos en 1860; fueron sus padres don Alejandro Puebla y la señora Rosa y Cuadra, ambos dedicados a las labores del campo, por lo que el joven Luis vivió su infancia y juventud en un ambiente campirano.
Presentó gran predilección por las ciencias matemáticas durante su época de alumno de primaria. Para sus estudios secundarios se inscribió en el Instituto Literario del Estado de Morelos.
Más adelante logró una beca concedida por el presidente Porfirio Díaz, para estudiar en la Escuela Regional de Agricultura de Acapantzingo.
En diciembre de 1883 sustentó su examen profesional de ingeniero agrónomo y los días 5 y 6 de junio de 1885 presentó un examen general de Administración de Fincas Rusticas, en el que fue aprobado por unanimidad.
Recomendado por el general Manuel del Refugio González Flores, llegó a Tamaulipas en 1886 para hacer su servicio social.
Estableciéndose en la antigua Hacienda de Dolores, municipio de Padilla. Trabajó como Agrónomo y Maestro de la escuela primaria.
Pronto se ganó un prestigio por su preparación intelectual. A ello se debe que fue invitado para fundar el Instituto Científico y Literario de Ciudad Victoria (hoy Normal Federalizada de Tamaulipas) que se estableció en 1888 con carácter de particular y en septiembre de 1889 se iniciaron los cursos como institución oficial con sostenimiento estatal por decreto del gobernador Alejandro Prieto.
El maestro Luis Puebla y Cuadra sin ser tamaulipeco, vino a la región central del Estado a realizar reformas en la educación sistemática y fundar una gran institución educativa. Puebla y Cuadra, afirmaba: “El maestro necesita dominar la materia que enseña, estudiar amplia y profundamente la ciencia de la educación, la psicología y la ciencia del niño”.
Falleció el 18 de enero de 1929 en playa Vicente, Veracruz, a la edad de 69 años. Sus restos reposan en el Hemiciclo a su memoria en la Centenaria B.E.N.F.T., desde 1989.
JUAN B. TIJERINA
Este destacado político, crítico literario y maestro, nació en H. Matamoros, Tamaulipas, el 24 de junio de 1857 en el seno de la modesta familia integrada por don Manuel Tijerina y doña Dolores Villarreal.
Hizo sus estudios superiores en el Instituto Juan José de la Garza en donde empezó también su carrera magisterial enseñando las asignaturas de gramática y licenciatura. Al subir al poder de Tamaulipas el general Rómulo Cuéllar dimitió de sus puestos para militar en el periodismo de GASPAR BARRIENTOS y sus alumnos en 1907 oposición.
Fue diputado al congreso estatal y al tratar el general Díaz de reformar la Constitución para coartar la libertad de prensa, el voto de Tijerina en la legislatura fue el único en toda la república que se opuso a esa enmienda; estuvo a punto de ser diputado al Congreso de la Unión mediante una curul que le ofreció el gobierno porfirista; pero pronunció en Matamoros un catilinario discurso contra el régimen, motivo por el que fue perseguido y obligado a expatriarse a San Antonio, Texas.
Funda allí el periódico La Libertad en cuyas páginas escribe virulentos artículos contra la Dictadura.
Al regresar a Nuevo Laredo, fue aprehendido y encarcelado por órdenes del general Bernardo Reyes, gobernador de Nuevo León.
Al ser trasladado a Monterrey, la intervención de don Guadalupe Mainero lo preserva de la ley fuga. Durante el gobierno del citado gobernador Mainero, es electo diputado al congreso local y nombrado director de la Escuela Municipal.
Fundó en Ciudad Victoria el semanario El Progresista en el que sostuvo polémicas con el sabio matemático Manuel María Contreras, primero, y después con Vargas Vila, Santos Chocano, Julio Flores, Rubén Darío y Amado Nervo.
Fue maestro en la escuela Normal y Preparatoria de Ciudad Victoria, siendo mentor de numerosas generaciones que lo recuerdan con respeto y admiración.
Orador y poeta de vuelos altos; al cumplir 55 años de edad, falleció en Ciudad Victoria. Escribió numerosos poemas y artículos literarios.
LAURO AGUIRRE
Nació en Ciudad Victoria el 23 de mayo de 1882 dentro del matrimonio formado por don Juan Aguirre y doña Juana Espinosa, ambos originarios de la capital cueruda.
Estudió la primaria en su pueblo natal, discípulo del profesor y poeta matamorense Juan B. Tijerina, quien lo nombró su ayudante por su aprovechamiento y dedicación a que se consagró en la escuela.
De la primaria pasó Aguirre becado por el gobierno local a la ciudad de México a estudiar su carrera normalista y al concluirla regresó a Ciudad Victoria a ejercer la profesión, poseyendo en 1904 el título de profesor de escuela primaria y el de la escuela superior, nombrándosele director de la Escuela Anexa a la Normal de Profesores.
Su regreso a Tamaulipas fue con el propósito de reformar la educación de acuerdo con ideas y métodos de la enseñanza adquiridos en sus estudios normalistas.
Lauro Aguirre ingresó a la planta de maestros del instituto literario de la misma ciudad donde impartió con sentido y categoría diversas disciplinas y materias básicas profesionales.
En la celebración del centenario de la independencia, se le nombró comisionado especial del gobierno estatal para organizar un congreso de educación, siendo sus temarios, intervenciones y soluciones de suma importancia.
La coeducación, una mayor participación del estado en la educación, la enseñanza agrícola, la formación pedagógica y normas para los jardines de niños se analizaron en el congreso como una aportación de Lauro Aguirre y los maestros participantes a la educación nacional.
En 1914 se le designó director de educación pública de Tamaulipas y reorganizó la dependencia, se rodeó de eminentes maestros y orientó la programación de la enseñanza y su reforma con el apoyo del gobierno del general Luis Caballero, proyectando una auténtica reforma estructurándose la Escuela Normal y Preparatoria de Ciudad Victoria con los sistemas modernos de enseñanza media y nombra en su dirección al maestro Alfredo Uruchurtu, estando entonces ubicada la benemérita escuela en edificio ubicado en las calles Matamoros, Guerrero y Tijerina.
El prestigio del maestro Aguirre lo conduce a la dirección del departamento de enseñanza primaria de la Secretaría de Educación en 1923 y en 1924 se le designó director de la Escuela Nacional de Maestros, posición que le permitió extender la reforma educativa a todo el país. Murió en la Ciudad de México en 1928.
GASPAR BARRIENTOS
Nació a las seis de la tarde del día 20 de septiembre de 1888 en el municipio de Cruillas, Tamaulipas.
Fueros sus padres don Florentino Barrientos y doña Trinidad Torres, vecinos de esa villa tamaulipeca.
Sus abuelos paternos fueron don Jesús Barrientos y doña Carmen Moreno, mientras que los maternos fueron don Gregorio Torres y Timotea Galván.
Poco se sabe en donde cursó su educación profesional, aunque es muy probable que estudiara en el Instituto Científico Literario de Victoria.
A principios del siglo XX llegó como maestro rural a la villa de Antiguo Morelos. En ese lugar contrajo nupcias el 9 de diciembre de 1910 con la viuda Paula Castillo, oriunda de la Hacienda de San Antonio en la jurisdicción de Rioverde, San Luis Potosí, pero vecina de Morelos desde 12 años atrás. Fueron testigos de Barrientos los señores Ángel Aguirre y Pedro Raga, mientras que de su esposa lo fueron don Anastasio Martínez y don Felicitos Castillo.
Para el año de 1910 su padre ya había muerto, y su madre vivía en Ciudad Victoria en la esquina de las calles Juárez y Zaragoza #14. En 1911 fue electo alcalde local de Antiguo Morelos, población en la que también ocupaba el cargo de director de la Escuela de varones “José María Morelos”.
En esa localidad estuvo hasta el año de 1917 aproximadamente, teniendo que emigrar junto con su familia al puerto de Tampico, pues no había garantías de seguridad en la villa huasteca.
En la post revolución, fue pionero de la educación en Ciudad Madero, población en la que era muy querido por la sociedad al ser un excelente profesor.
El 25 de octubre de 1952, a consecuencia de un coma diabético, falleció el reconocido profesor. Su deceso ocurrió a las 9:30 de la mañana del en el Hospital Civil de Ciudad Madero, Tamaulipas.
Para ese tiempo ya era viudo.1
En su lapida se escribió: Profr. Gaspar Barrientos T. “Siempre sonriente con la paciencia sin límite para enseñar su obsesión era que al crecer fuéramos útiles a la sociedad y rectos en todos nuestros actos”. Una escuela de Ciudad Madero y otra de Gómez Farías, Tamaulipas, llevan su nombre.
POR MARVIN OSIRIS HUERTA MÁRQUEZ