TAMAULIPAS.- La pandemia de COVID-19, va para largo, por lo que es necesario que se realicen estudios sobre la vacuna que evitará la enfermedad y pasar de las vacunas actuales que sólo sirven para evitar daños que no sean graves, dijo en entrevista con EXPRESO, Daniel Carmona Aguirre.
El doctor especialista en atender casos de COVID-19, dijo que a poco más de dos años de la pandemia, existen más información, una nueva cultura para la prevención, pero aùn falta mucho por hacer.
¿Esta es una enfermedad que ha traído caos, muertes, muchas afectaciones a la población, cuál es su experiencia con el COVID-19?
“COVID-19 es una enfermedad emergente que no conocíamos, surge en 2019 en China, inicia de manera explosiva y así es su dispersión por el resto del mundo. Hemos tenido varias oleadas de la infección y vamos en la quinta variante, luego que ha pasado Alfa, la Delta, vamos ahora en Ómicron”.
A poco más de dos años, queda como experiencia que la humanidad está viviendo un experimento acerca de la evolución de los virus, porque se ve como cada día se va adaptando cada vez más al humano.
Cada oleada ha sido diferente, dijo, por lo que ha pasado de diferentes malestares y grados de letalidad, en los primeros casos, a cuadros neumónicos “que se formaban a velocidad impresionante, en la que el paciente caía en una insuficiencia respiratoria, hasta el virus que ha tenido más adaptación que es la variante Ómicron”.
Desde su punto de vista, como especialista en la enfermedad, Ómicron es una variante “muy lista”, porque ha luchado contra ella misma, “porque estamos viviendo la guerra de las subvariantes”.
Es decir, antes se veía que una variante desplazaba a otra, y ahora, las subvariantes de ómicron, están desplazando a las anteriores.
Vamos en la B-12 de Ómicron, y se va transmitiendo con más facilidad, pero los cuadros ya no son tan agresivos, como Delta.
“Sin embargo eso no implica que los cuadros sean totalmente benignos; hay pacientes con características especiales, como los crónico-degenerativas, con algún tipo de cáncer, del corazón o enfermedades respiratorias previas, que están sufriendo los embates de esa quinta oleada”.
¿Tener el conocimiento de variantes que nos deja y qué más podemos esperar para lograr un control, se dice que tardará años?
“Se dice que tardará años, porque en epidemias anteriores, donde nos encontramos un nuevo virus, ese virus tarda 10 años en volverse parte de los virus que existen en la ecología del humano”, por eso se dice que para pasar a ser uno más de temporada invernal; van a pasar de 5 a 10 años.
Para COVID-19, está transitando por el tercer año, aún falta tiempo “camino que transitar”, antes se hablaba de variantes y la sustitución, pero como Ómicron, pandemia dejo de ser explosiva, ahora se ven brotes aislados en el mundo, como Sudáfrica, Europa y Estados Unidos”.
Esos vieron más temprano lo embates de la quinta ola, a como lo estamos viendo en México, que va desfasado entre dos a tres meses, “por eso es importante estar informando por medios oficiales como va el resto del mundo, para predecir si México va a otras oleadas.
Hay muchas partes del mundo sin padecer infección de Coronavirus, en ese grupo la transmisión será acelerada y puede surgir una nueva variante, “por eso estamos lejos de salir del problema”.
Lo que se ha aprendido a más de dos años, es que las vacunas funcionan, pese a tener una, dos o tres dosis, aùn hay enfermos, “si, porque la vacuna no evita que te enfermes; muchas veces repetitivamente, evita que desarrolles una enfermedad grave”.
Solo el cuadro de catarro, que dura 14 días, que es muy distinto a tener un cuadro de paciente grave que necesitaba terapia con oxígeno, además aprendimos que el cubrebcoas funciona, “somos una generación que seguirá usándolo, y esa es la recomendación, mientras exista variantes en el mundo, forzosamente tenemos que seguir usando en condiciones especiales, como en lugares de grandes concentraciones de personas y lavado de manos”.
“Que vimos que no funcionó, el uso de tapetes sanitizantes que solo ensuciaban la casa, los túneles sanitizantes que solo mojaban a las personas, pero de lo que mejor hemos aprendido, es que, así como el agua la tenemos que clorar o hervir, también debe ser la calidad del aire que estamos respirando”, es decir debemos tener espacios abiertos, ventilados, para que circule el aire.
¿Es importante acudir a buscar atención médica de un especialista?
“En la quinta oleada, toda infección respiratoria, va a ser una enfermedad por COVID-19, hasta no demostrar lo contrario, no nos podemos automedicar, tenemos que ir en busca de un profesional de la salud, para un diagnostico y ofrezca un buen tratamiento”.
Pero además se debe seguir con campañas de vacunación, será de gran beneficio que los pequeños de 5 a 12 años reciban la vacunación, como se hace en Estados Unidos, que incluso aprobó a niños de 6 meses, porque es una población amplia en el país y en Tamaulipas.
¿Las vacunas va a ir cambiando?
“Por supuesto, las vacunas nacen, conforme al primer virus y como este ha cambiado las vacunas deben cambiar sus características, ya se trabaja en una vacuna no que disminuya los daños de la enfermedad, se busca que evite la enfermedad”.
Se busca una vacuna como la que existe contra el sarampión, la rabia, que evitan enfermemos, de esos padecimientos, “sin embargo esta vacuna la vamos a tener en unos 10 0 15 años, pero las vacunas actuales funcionan”, insistió.
¿Qué es lo más complicado en un paciente?
Que el paciente subestime la enfermedad, dijo, excusándose a que tomó helado, o anduvo descalzo, no deben dejar de atenderse ante la mínima molestia de cuadro respiratorio y más aquellos con enfermedades como las citadas.
Pese a que existe una disminución de muertes, por la protección vacunal, “prácticamente todos ya nos hemos enfermado, por eso ya está la inmunidad de rebaño, por eso no hay cuadros tan agresivos, pero los médicos que vemos esta enfermedad, seguimos viendo neumonías, bronconeumonías, por problemas asociados a la COVID-19”.
A pesar que ya no se verán las crisis de falta de oxígeno, o falta de camas e hospital, si vemos que la COIVD-19, deja secuelas, como la fatiga crónica, porque hay un proceso inflamatorio de los órganos, que puede durar de 15 días hasta meses.
Dijo que es elemental, para seguir enfrentado al COVID-19, atender las recomendaciones ya cocidas, vacunarse, usar cubrebocas, lavarse las manos y acudir al médico en caso de prestar síntomas graves.
Por Nora Hernández Herrera
EXPRESO-LA RAZON