La misma maquinaria política que se echó a andar para coptar a diputados morenistas en el Congreso del Estado, está puesta en marcha ahora en el Cabildo de Reynosa, donde el PAN busca a toda costa apoderarse de la alcaldía que Morena ganó el año pasado.
Frente a esta nueva embestida por el control de uno de los municipios más importantes de la entidad en términos políticos y económicos, la postura del Comité Ejecutivo Nacional y del gobernador electo, Américo Villarreal Anaya es clara: respaldarán a Carlos Peña Ortiz sin regateos, porque él fue electo en las urnas con sobrada legitimidad (recibió 101,482 votos contra los 73,094 votos que obtuvo el panista “Chuma” Moreno quien perdió una elección municipal por tercera ocasión).
Así, la defensa de Carlos Peña como alcalde legítimo se sumará a la batalla legal que han emprendido Morena y el equipo de transición del gobernador electo para echar abajo las iniciativas aprobadas de última hora por la bancada que integran el PAN, el PRI y los diputados morenistas que han sucumbido a las tentaciones azules.
El plan diseñado para apoderarse del Cabildo de Reynosa es similar al del Legislativo.
Ahora mismo ejercen presiones de todo tipo sobre regidores de Morena para que se sumen a su estrategia: aprovechar una notificación emitida por un juez de San Fernando, José Antonio Rodríguez Grajeda, para forzar la propuesta de una terna de la cual se pueda elegir a un nuevo alcalde, que desde luego respondería a los intereses de Acción Nacional, como ya lo ha pedido abiertamente su todavía dirigente estatal, el reynosense Luis René Cantú, “Cachorro”.
La respuesta jurídica del mismo Carlos Peña, de Morena, y del gobierno entrante es clara: el documento enviado a la Junta Vocal Electoral para intentar quitar de su posición al alcalde no tiene validez, porque sus derechos políticos están a salvo gracias a la protección de la justicia federal.
El tiempo dirá si como tantos otros casos en el pasado reciente, este nuevo enfrentamiento escala hasta llegar a la esfera de competencia del máximo tribunal del país, pero una cosa ha dejado clara el alcalde de Reynosa.
No va a dejar esa posición en bandeja de plata para que el Cabildo, o en su defecto el Congreso, impongan a un nuevo presidente municipal.
Peña Ortiz está dando la pelea, y desde las alturas de la Cuarta Transformación le mandaron el nítido mensaje de que lo acompañan en esta disputa porque a él lo consideran uno de los suyos y a Reynosa un enclave fundamental para el proyecto político de Morena en Tamaulipas.
El 2024 en el sur
El camino hacia el primer domingo de junio del 2024 será sinuoso pero se correrá a toda velocidad porque será mucho lo que está en juego.
Los tamaulipecos saldrán a votar por la Presidencia de la República, senadores, diputados federales y locales, y alcaldes.
Por eso desde ahora empiezan a moverse quienes buscarán aparecer en alguna boleta electoral.
En el caso de Tampico, para los morenistas no será fácil ponerse de acuerdo porque la disputa por la candidatura a la alcaldía la disputarán dos mujeres que pueden presumir de cierta fuerza política al interior del partido: Olga Sosa y Úrsula Salazar Mujica.
Entre los panistas, la apuesta para la continuidad desde la Presidencia Municipal sería Pepe Schekaibán, pero también aspiran Íñigo Fernández, la diputada federal Rosa María González Azcárraga y el diputado local, Mon Marón.
La decisión de quién asumirá la candidatura azul dependerá de lo que le depare el destino al Comité Directivo Estatal a partir de octubre cuando se tenga que renovar la estructura con la salida de Luis René Cantú, ya sin la gubernatura en su poder.
Por Miguel Domínguez Flores