Claudia Sheinbaum ha denunciado sabotaje en el transporte masivo, concretamente en el Metro. Hasta ahora no está probado, sin embargo, la jefa de Gobierno debe contar con evidencias e información para hacerlo público aun sabiendo el estado anímico que provoca en los millones que a diario utilizan este medio. En este sentido de alguna manera anticipa tragedias de consecuencias impensables que podrían evitarse si el asunto se toma con la debida seriedad por las autoridades especializadas en investigar esta clase de delitos que, por su gravedad, merecen atención inmediata.
Usted dirá que estaríamos ante actos terroristas no ajenos al actuar de grupos fascistoides incrustados en la ultraderecha que por carencia de argumentos democráticos para combatir al adversario optan por la violencia en su máxima expresión. En efecto, tal vez mucho de lo negativo que sucede en la gran ciudad (y quizá también en plantas de PEMEX o de CFE), sea provocado por quienes apuestan al caos, la ingobernabilidad y el desastre siempre en perjuicio de las mayorías. Y por lo que se observa, ahora mismo la reacción eleva la mira sin que importe derramar sangre inocente.
La ultraderecha entonces emplea diversos métodos. Pasa de los ataques a la propiedad privada y edificios y monumentos públicos, además de agresiones a elementos policiacos, utilizando toda clase de peligrosas herramientas, incluso contra mujeres, algunas de las cuales debieron ser hospitalizadas como resultado de la furia de otras “hermanas de género” que con cualquier pretexto aparecen, entendiéndose que cobran por provocar y dañar.
Este tipo de pandillerismo está siendo sustituido por algo más destructivo y criminal, es decir, por el terrorismo urbano. De ahí la importancia de que doña Claudia lo informe con toda la crudeza a que el tema obliga considerando el grado de maldad a que están dispuestos a llegar estos grupos hitlerianos que cuando sus intereses son dañados optan por la venganza irracional.
Desde luego que también la política influye, (ni cómo evitarlo), y aunque López Obrador siempre está en la mira de sus adversarios, no olvidemos que la Sheinbaum es el prospecto mejor acabado para convertirse en candidata presidencial de Morena en el 24. Sea que los conservadores tienen dos objetivos: golpear a la hembra en cuestión, y debilitar al supremo gobierno provocando tragedias de alto impacto que merezcan la condena nacional e internacional…pelaos estos.
OFERTA HAY…
Por supuesto que Américo Villarreal Anaya selecciona, no sin dificultad, los nombres de quienes integrarán el equipo que le acompañará en su misión de gobernar el estado. No falta oferta, hay de sobra, aunque la demanda se multiplica a la N potencia por razones fáciles de entender. Hay presiones sin duda y seguro que buena parte provienen del centro del país, incluida la dirigencia morenista que ve la oportunidad de influir contando con la reserva requerida en próximos procesos. “O pa’ lo que se pueda ofrecer”, como dijo aquel.
El poder, ya sabemos, es la gran debilidad en la condición humana y como tal, materia de disputa en cualquier circunstancia y Tamaulipas no es la excepción, aunque en este caso existe la confianza en que AVA supere con éxito cualquier prueba con toda la autoridad que le otorgaron los casi 800 mil paisanos que le brindaron su esperanza…oídos sordos a las presiones sería lo mejor.
SUCEDE QUE
El mentado “Alito” (Alejandro Moreno Cárdenas), realiza una gira internacional “para denunciar la persecución política” de que es objeto, aunque “la raza” cree que más bien anda ya en calidad de “juido”. Dice que hasta en la ONU se mueren por escucharlo…”ya no te incrimines”, preferible cooperar y aflojar el cuerpecito.
Y hasta la próxima.
Por Max Ávila