Desde el año 2000, México es el país más peligroso para ejercer el periodismo en las Américas, se lee en el Informe Especial sobre Libertad de Expresión en México, publicado en 2010 por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
En el último ranking mundial de Libertad de Prensa, publicado por Reporteros sin Frontera (RSF) en 2021, México figura en la posición 143 de 180 países, siendo la violencia, el miedo cotidiano y la impunidad, los principales obstáculos para el ejercicio periodístico.
Las entidades con mayor presencia del crimen organizado como Chihuahua, Coahuila, Durango, Guerrero, Michoacán, Nuevo León, Sinaloa, Tamaulipas y Veracruz, son las que concentran la mayor parte de asesinatos, desapariciones y secuestros de comunicadores.
En el caso de Tamaulipas, se contabilizan al menos 23 comunicadores y periodistas asesinados y/o desaparecidos desde el año 2000 a la fecha, siendo el caso de Antonio de la Cruz, periodista de ExpresoLa Razón, el último de esta macabra lista.
Luis Roberto Cruz Martínez, de la revista Multicosas, de Reynosa, fue asesinado el 1 de febrero del año 2000. Algunas notas señalan que la persona acusada de homicidio del periodista desapareció poco tiempo después de ser detenida.
El 9 de abril de ese año 2000, Pablo Pineda Gaucín, quien trabajaba en La Opinión en Matamoros, además de vender publicidad para obtener con ello una comisión, fue asesinado. Su cuerpo fue encontrado dentro de una bolsa de dormir (sleepingbag), con manos y pies atados, una bolsa sobre su cabeza y un disparo de bala 9mm. en la nuca.
Su muerte nunca fue esclarecida. Saúl Antonio Martínez Gutiérrez, era el Subdirector en el periódico El Imparcial en Matamoros, medio que realizaba investigaciones sobre tráfico de migrantes y corrupción de funcionarios públicos.
Ignoró las amenazas recibidas y el 23 de marzo de 2001 se reportó la desaparición de Saúl Antonio, por su padre, el Director del medio.
Un día después, el 24 de marzo, fue encontrado su cuerpo en el asiento trasero de su coche, presentando huellas de tortura y cuatro balazos en la cabeza. Félix Alonso Fernández García, periodista de Nueva Opción de Miguel
Alemán, fue asesinado por disparos de armas AK-47 el 17 de enero del 2002, cuando salía de su auto.
El 19 de marzo del 2004, Roberto Javier Mora García, director editorial de El Mañana, fue asesinado de 26 puñaladas frente a su casa. Un día después fue arrestado un vecino -Mario Medina Vázquez-, quien confesó el crimen, aunque luego se desistió de su declaración, argumentando que fue torturado para declarar. Medina Vázquez fue asesinado en el penal de Nuevo Laredo, donde se encontraba.
El asesinato del periodista, que investigaba casos de corrupción y narcotráfico, tampoco fue aclarado.
También en 2004, el 31 de agosto, alrededor de las 2:00 de la tarde en Matamoros, Francisco Arratia Saldierna, columnista de El Imparcial, El Regional de Matamoros, Mercurio y El Cinco, además de En Línea Directa, iba rumbo a su casa cuando fue secuestrado.
Una hora después, apareció afuera de la Cruz Roja con visibles señas de tortura, falleciendo tiempo después. Por este caso fue detenida una persona el 24 de septiembre de ese mismo año, quien fue localizado luego de usar el teléfono de Francisco Arratia. Dolores Guadalupe García Escamilla, era directora del programa “Punto Rojo” en Stereo 91 en Nuevo Laredo, se trataba de un programa con reportajes sobre crímenes.
El 19 de abril del 2005, la comunicadora llegaba a la estación, cuando le dispararon en 14 ocasiones, nueve de las balas la impactaron. Una semana antes de su asesinato, su auto había sido incendiado.
El crimen sigue sin ser resuelto. Ramiro Téllez Contreras era un policía retirado que se empleó como locutor de EXA 95.7, una estación de radio en Nuevo Laredo donde reportaba en el noticiero, hechos relacionados con el crimen organizado y la política.
El 21 de noviembre del 2006, a las 5:45 de la mañana, Ramiro Téllez de 42 años, fue baleado frente a su domicilio en la colonia Infonavit, de donde salía en su camioneta para ir a la estación de radio. Aunque alcanzó a descender de su vehículo y pedir ayuda, pero falleció en el hospital San José a donde fue llevado por la Cruz Roja para recibir atención médica.
Además de trabajar como locutor, Téllez Contreras era el Coordinador del Centro de Control, Comando, Cómputo y Comunicaciones (C4).
También en un municipio de la frontera de Tamaulipas, fue asesinado otro periodista, se trata de Francisco Ortiz Monroy, corresponsal de El Diario de México, quien salía de la presidencia municipal de Camargo. Era el 5 de febrero del 2008, cuando un grupo de pistoleros lo comenzó a seguir y el periodista alcanzó a refugiarse unos minutos, pero los criminales lo encontraron y lo mataron de 8 balazos.
El caso sigue sin ser resuelto. El año 2010 es considerado en Tamaulipas, como uno, sino el más violento en la historia. El 1 de marzo de ese año, se reportó la desaparición casi simultánea de un grupo de reporteros en Nuevo Laredo y Reynosa, algo inédito en México.
Los hermanos Francisco Guadalupe y Amancio Cantú, cubrían la nota roja en el periódico La Prensa en Nuevo Laredo, fueron secuestrados por un grupo delictivo.
Poco tiempo antes, el 19 de febrero de ese 2010, Jorge Rábago Valdez, comentarista y columnista de Radio Rey y Reportero en la Red, fue secuestrado al salir de una fiesta en Reynosa, fue localizado en estado crítico en el libramiento Matamoros-Reynosa e ingresado en calidad de desconocido a un hospital donde finalmente falleció el 3 de marzo, por un coma diabético, provocado por la tortura y el estrés provocado por su secuestro. Ese año trágico, se llevó a otro comunicador, Carlos Alberto Guajardo Romero, periodista de nota roja en Expreso Matamoros.
El 5 de noviembre, era día de descanso de Carlos Alberto en la redacción. Ese día se desató el “infierno” en Matamoros, se paralizó la ciudad, se cerraron puentes internacionales y se suspendieron todas las actividades en el municipio.
Ese día fue abatido el líder de un grupo delictivo. Ante esta vorágine de terror, Carlos Alberto Guajardo se comunicó con su hermano y salió a buscarlo en su camioneta tipo Pick Up, misma que recibió al menos 20 impactos de bala.
Un año después, en Nuevo Laredo, fue encontrado el cuerpo de María Elizabeth Macías Castro, jefa de redacción del periódico Primera Hora de Nuevo Laredo, que reportaba noticias sobre el crimen organizado en Twitter bajo el pseudónimo de “La NenaDLaredo”.
Un día antes, había desaparecido, y el 24 de septiembre del 2011, su cuerpo desmembrado fue localizado junto al monumento de Cristóbal Colón en Nuevo Laredo, con una cartulina donde un grupo criminal advertía que su muerte era por sus reportes en el blog.
El 13 de enero del 2018 en Nuevo Laredo, fue asesinado el periodista y columnista de el horizonte de Matamoros, Carlos Domínguez de 77 años, cuando circulaba en su auto en compañía de su hija y nieta.
Por estos hechos fueron detenidas varias personas, Rodolfo García Cantú, David Mejía Bravo y Adrián Montes, además de los periodistas, Juan José Zúñiga y Luis Ignacio Valtierra, quienes luego fueron absueltos, al igual que Gabriel Garza Flores, quien murió de un infarto en la cárcel, donde se encontraba recluido.
Héctor González Antonio, corresponsal de Excelsior, fue asesinado a golpes el 29 de mayo del 2018 y su cuerpo encontrado en una calle de la colonia Estrella, muy cerca de su domicilio en el municipio de Victoria.
Las autoridades aseguraron que el homicidio del periodista fue consecuencia de un asalto. Sólo una persona Óscar Zuriel “N”, fue detenida en relación con este crimen. Antonio de la Cruz, se convirtió en el periodista número 12 en el país en ser asesinado el 29 de junio de este 2022.
El colaborador de Expreso-La Razón recibió cuatro impactos de bala calibre .40 milímetros que le quitaron la vida, uno más, su hija, quien falleció dos días después en un hospital.
El caso de Antonio fue el último que cimbró al gremio periodístico del estado y cuya esclarecimiento es una exigencia permanente.
POR PERLA RESÉNDEZ