TAMAULIPAS.- Justo cuando la ONU nos recuerda en un post que “El liderazgo de las mujeres es clave para superar los desafíos de la humanidad”, vemos a mujeres en nuestra política echar más fuego al sistema patriarcal que sostiene al sistema político mexicano, todo para beneficio y goce de los masculinos. Es la política actual, con los vicios de antaño, aderezados con la paridad de género.
No importa a qué partido pertenezcan, si son amigas o rivales, si están trabajando para sus intereses políticos propios o para otros, la anécdota del Pack de “Alito” afecta a todas por igual. Las que niegan el hecho, la que intenta asustar con la publicación de videos o fotos y los que se suben al tren, armado para despedazar la otra acción pública social que deberían atender, hombres y mujeres, por igual.
“Es momento de redistribuir el poder”, sostiene ONU Mujeres en México, para recordarnos los datos que refieren que la representación de las mujeres sigue siendo insuficiente en todos los niveles de toma de decisiones del mundo. Y lograr la paridad de género es clave para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Y aunque a nivel global se fomenta que las mujeres se sitúen en los espacios de poder para la toma de decisiones y de ahí contribuir con su participación a la equidad de género, en México, es otra historia. Y vemos como si pueden hacerse daño y despedazarse.
El objetivo no está en la que acusa, ni en la víctima, está en el perpetrador de esa violencia, la digital, que ya está penalizada.
Por el momento, pareciera que todo es “show”, que no existe tal agresión o sí la hay las afectadas no están dispuestas a denunciarla, mientras se desgarran las vestiduras por un acto que si afecta a muchas mujeres de este país.
La violencia digital es un asunto serio, es delito, es cuando a través de las tecnologías de la información y comunicación se intenta causar daño físico, económico, sexual o psicológico a una persona, mediante la publicación o viralización de imágenes, audios o textos denigrantes, de contenido intimo o sexual, o con información personal; se conoce también como ciber acoso y está penalizado mediante la Ley Olimpia.
Todas, las mujeres políticas involucradas en este tema están siendo víctimas de violencia política, ellas, todas, conocen bien los temas que han legislado para una mejor práctica de la vida pública, pero parece que tienen ceguera de género y en vez de estar apuntando a tirar al patriarcado, se están apuntando entre sí.
Ninguna saldrá bien librada, sí su intención es cuidar el poder misógino que las sostiene.
Para colmo de males, la polarización que ha ocasionado “Alito”, quien por cierto no ha dicho nada al respecto, divide las opiniones de algunas colectivas feministas que comienzan a mostrar su apoyo dividido, unas en defensa de las “supuestas víctimas” y otras en intentar parar este perverso pleito político. No, la paridad no era para esto.
