MÉXICO.- Como sucede en las guerras, en las que previo a una invasión o ataque la artillería realiza un bombardeo masivo para destruir las posiciones enemigas y luego avanzar sin tanta resistencia, el gobierno morenista ha iniciado la fase de ablandamiento del PRI, de cara a las elecciones del Estado de México y Coahuila de 2023.
Con Alejandro Alito Moreno en desgracia, ahora la 4T ha enderezado las baterías hacia otro blanco político, el nativo del emblemático Atlacomulco, Enrique Peña Nieto, al que la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda denunció ante la Fiscalía General de la República como supuesto responsable de operaciones financieras de procedencia ilícita.
El objetivo, que, llegado el día de las elecciones, el tricolor no disponga de fuerza para conservar ni remotamente en su poder el Estado más importante del país, tanto en términos económicos como políticos, ni ayudar a la alianza a derrotar a los guindas.
El pasado 12 de junio el presidente López Obrador dio también el banderazo de arranque a la carrera por la elección del candidato presidencial de Morena en Toluca, la ciudad capital del principal bastión político que sigue en pie a lo que ha quedado del otrora poderoso Revolucionario Institucional, como para señalar que va por la plaza.
No sorprendería que, como sucedió en pasado 5 de junio en Oaxaca e Hidalgo, Estados que los gobernadores priistas, Alejandro Murat y Omar Fayad, respectivamente, se dice que entregaron las gubernaturas a la Cuarta Transformación para evitarse presuntos problemas con la justicia, el gobernador de Edomex, el primo de Peña Nieto, Alfredo del Mazo, terminara por hacer lo mismo.
Si es verdad que, según se ha dicho en medios de comunicación de Europa, el mandatario mexiquense tendría millonarias cuentas de euros en bancos extranjeros por las que no pagó al fisco de México, difícilmente se arriesgaría a jugarle las contras al partido de AMLO.
En ese eventual escenario, todo apunta a que será el PAN el que, solo o a través de la alianza electoral con el PRI y el PRD, el que tratará de evitar, quizá con el senador Juan Zepeda probable del MC o el ex alcalde de Huixquilucan, Enrique Vargas, que la gubernatura del Edomex vaya a quedar en manos de Morena.
En Temas locales, por otra parte, mientras que en el resto de los Estados en los que hubo elecciones los procesos de entrega recepción se vislumbran respetuosos y transparentes, en Tamaulipas, oficialmente se dice que serán ordenadas, sin embargo, conociendo las fuertes discrepancias a que dio pie la elección de gobernador y las previas con el gobierno federal, la transición podría ser compleja y ríspida.
El inicio de septiembre, el último mes de gobierno de Cabeza de Vaca, se sabrá si, como piensan muchos, habida cuenta de los desencuentros y confrontaciones, el relevo estará o no marcado por desacuerdos y hasta de inéditos actos de incivilidad.
Antes de concluir, el gobierno de Adrián Oseguera sigue entregando obras. El martes el munícipe abrió a la circulación la pavimentación de concreto hidráulico de la calle Castor Rojo de la colonia Castores, obra solicitada por los vecinos del sector desde hace treinta años que fue atendida por el actual ayuntamiento.
Gracias a la política de austeridad impuesta por el jefe edilicio desde que asumió las riendas del municipio, seguirá abatiéndose el rezago urbano en esta materia. jlhbip2335@gmail.com




