TAMAULIPAS.- Tras las traiciones de supuestos militantes y seguidores de Morena que llegaron al poder con la camiseta de la 4T y luego se la quitaron para emigrar a las filas de la oposición, se sabe que los dirigentes de la agrupación habrían tomado medidas para frenar eventuales infiltraciones y evitar que como caballo de Troya vayan a minar desde interior al gobierno de la Cuarta Transformación.
Convencidos de que la oposición no podría derrotar democráticamente al partido guinda con las siglas de la Alianza, que cada vez luce más desdibujada, no resulta descabellado suponer que los estrategas del PRI y el PAN tengan considerada esta idea para, disfrazados de obradoristas, asumir posiciones del gobierno y luego apuñalar al Movimiento Regeneración Nacional.
Los ejemplos de esa posibilidad son numerosos.
A nivel nacional destacan los de la senadora Lily Téllez, los homólogos de esta José Ramón Enríquez, José Luis Pech y German Martínez, quienes, como se sabe, arribaron al Congreso de la Unión como morenistas y luego, con pretextos diversos, regresaron a los dominios de Acción Nacional o se declararon independientes para jugarle las contras al gobierno del presidente López Obrador.
En Tamaulipas ha ocurrido algo similar.
Después de rendir la protesta de ley como diputadas locales del partido de izquierda, Leticia Sánchez Guillermo y Lidia Martínez se mudaron a Acción Nacional y lo mismo hicieron Nancy Ruiz Martínez, Nayely Lara Monroy y Leticia Vargas Álvarez, que echaron abajo la mayoría legislativa lograda por Morena en las urnas.
El riesgo de que se repita la historia sigue latente.
No sería extraño que aprovechando la renovación en turno de los consejos distritales algunos panistas y priistas disfrazados de morenistas se hayan registrado como aspirantes a candidatos al próximo Consejo Político con la intención de socavar desde adentro a los morenos.
No todos, por supuesto, son potenciales infiltrados ni chapulines, muchos ex priistas y ex panistas que han abrazado la causa de AMLO lo han hecho y lo hacen solo para reconectarse al presupuesto público.
Tenemos entendido que, ante ese riesgo, el gobernador electo Américo Villarreal ha estrechado asimismo los filtros de la conformación del cuerpo administrativo al que echará mano para gobernar a los tamaulipecos el próximo sexenio.
Cambiando de tema, el gobierno del alcalde de Tampico, Chucho Nader, sigue brillando. De acuerdo con el INEGI, como resultado de la transformación que el munícipe ha impuesto a la ciudad, como el clima de tranquilidad y la limpieza pública, el puerto se ha convertido en uno de los destinos turísticos preferidos de innumerables paseantes nacionales y extranjeros.
En ciudad Madero, por otra parte, el Capitán Guillermo Parra Avello, un distinguido y respetado militante de la organización desde hace cuarenta años, dio a conocer que participará en la disputa de la dirigencia del organismo albiazul.
El anuncio, como era de esperarse, provocó reacciones de beneplácito entre aquellos panistas de la urbe petrolera que coinciden en que el PAN está urgido de dirigentes como el “Capi”. Saben que, como este piensa, si el partido no regresa a los principios y valores originarios, no recuperará la confianza entre los ciudadanos.
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