13 diciembre, 2025

13 diciembre, 2025

La vida de un peso en el aire 

CRÓNICAS DE LA CALLE / RIGOBERTO HERNÁNDEZ GUEVARA 

TAMAULIPAS.- Soy un peso en el aire con discursos progresistas. Soy un volado en el aire, no un pájaro. Abajo una multitud de personas, sean del partido que sean, menesterosos de la ciudad, pidieron que cayera sello. 

Yo, moneda que soy, pedí caer águila en honor a dos o tres seguidores que sé muy bien me tirarán a Lucas en cuanto cobren, si es que apostaron en mi favor. 

Y esto tiene que ver con mis convicciones de la época, moriré ahora que me fijo, y está muy alto, tendré que caer águila porque siempre cumplo, por leal, absurdo e incongruente, por uno de esos bobos adjetivos, moriré si caigo águila, pero ya dije que lo haría. Daré pena ajena. Veo el suelo bien pinche cerca. Se hará viral si no lo bajas. 

Una multitud sin falsas pretenciones lincharán lo que dije hasta que yo llegue al suelo . Me obligarían a darme la vuelta si no caigo sello. Pero ya dije que caeré de águila por honor a mis orígenes. 

Desde el aire, moneda que soy, amago con cara y también con cruz. Durante el vuelo de caída libre aprovecho para ver el rasero, la banda que ya no se junta en la esquina, el perro de la cuadra, la señora a la que mordió ese perro, el sentido del humor, las hojas de los árboles más grandes, los soldados formados, veré todas las páginas de las redes sociales, y veré la raza humana regresando por el estrecho de Beringh a la tierra de Putin y a la Siberia cristalina. 

Como hoja cayendo veo el suelo patrio, el llano, los agujeros, el parque, el pequeño lago, las devastadas montañas, veo otro montón de hojas y veo donde voy cayendo. Mientras, soy el alimento principal de los adivinadores, pasto de las encuestas y de los top ten para enamorar al público enardecido. 

Desde abajo. Podré hacer lo mismo que quienes hoy espían mi caída . Mi caída que más bien es una embestida contra la tierra. Estoy en el aire y pienso en un paracaídas y cosas por el estilo, para seguir con la lógica ilógica que hoy es ir cayendo. 

El ir cayendo es el momento justo de lo ridículo, el espontáneo gesto que anuncia una sonrisa o una mueca cínica. Lo que cae- yo en este caso- tenemos pensado ganar el próximo año 17 mil millones de dólares. Yo tal vez, sólo tal vez , no los gane. Me sostiene saber que hay quien los gane, que hay gente con tanto dinero que no podría contarlo si se lo pidieran. Podrían comprar un millón de espejos y sin embargo ser los mismos. 

Fui un peso en la bolsa pero ese pasado borroso duró poco. Hoy en pleno aire voy de sello y la gente aplaude pero caeré águila. Descanso del desahucio de ir cayendo boca abajo, sin voz, ni vocero automático. Sin bots. 

En el aire soy águila implacable en mi elemento de cobre. Últimamente soy una aleación extraña de metales contratados para servir como monedas y como volados para los árbitros, para dar cambio en los micros. 

Sé que la vida es solo este momento. Esta caída que es única, poblada de caimanes y de siervos, de insectos y quetzales, ríos y semanas, signos y señales, puentes no atravesados por los seres humanos. 

La caída se describe cayendo, no antes ni después la caída es ir viviendo hasta que todo cae por su propio peso. Con cincuenta centavos tienes, a quién le importaría si el suelo es parejo. Es águila y es sello, cara y cruz, al final uno que gana se parece mucho a uno que ha perdido. Nunca se sabe quien fue sello. Ni en qué partido se chingó la rodilla, esos sellos no los anda uno platicando. 

Cuando yo caiga quiero que esté el secretario de defensa, el secretario de gobernación, todo mi gabinete con el estado Mayor, y menor si lo hubiera. Además nadie estaría, todos justificarían su paso por el covid. 

Cuando caiga águila olvidaré este martes y el tema central será la coordinación de la fuerzas de mis piernas redondas que sirvan para levantarme y seguir dando vueltas. 

Como moneda, ya en el suelo de firme concreto, me toca rodar como llanta hasta detenerme en la esquina, justo abajo de la cama, donde nadie me ve volar como las águilas en este otro mundo que nadie mira. 

HASTA PRONTO 

Facebook
Twitter
WhatsApp

DESTACADAS