8 diciembre, 2025

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«No quiero perder la vida por una omisión del gobierno»

Otra de las presuntas irregularidades, es que una de las doctoras que la atendió no es oncóloga y cuestiona a la dirección del hospital de haber permitido esa situación.

CIUDAD MADERO, TAMAULIPAS.- Denuncian nuevamente un desabasto de medicamentos oncológicos en la farmacia del Hospital Regional del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de Ciudad Madero.

La señora Carolina Muñoz Rodríguez, residente de Esteros y quien lucha desde hace cuatro años contra el cáncer de riñón con metástasis en los dos pulmones, detalló que el medicamento requerido es el Aptimetyx, el cual tiene un costo de 183 mil pesos.

«Hace tres meses me cambiaron de medicamento, ahorita me lo vuelven a dar porque soy paciente subsecuente, voy a la farmacia y me dicen que espere dos semanas».

Trabajó durante 20 años en los Estados Unidos, limpiaba casas y cuando se le detectó el cáncer decidió regresar a México, creyó en la promesa del Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador de que los hospitales públicos serían como los de Dinamarca.

«Cuando me detectaron dije me voy a México, creí en la palabra de López Obrador porque tendríamos un buen sistema de salud y me vengo y me topo con esto. No quiero perder la vida por una omisión del gobierno».

Dijo que su enfermedad no es un dolor de estómago, ni mucho menos una uña enterrada, es un cáncer y «saben que un cáncer en el 80 por ciento de los casos es una enfermedad terminal, no le vamos a ganar la batalla a la enfermedad, pero sí tratamos que la vida se alargue con los tratamientos».

Refirió que en la subdirección administrativa del hospital le dicen que hay un desabasto como nunca de medicamentos.
«El medicamento cuesta de 183 mil pesos, se llama Aptimetyx y me dura un mes, cuando estuve en tratamiento con otro tuve que comprarlo una vez y costó 173 mil».

Otra de las presuntas irregularidades, es que una de las doctoras que la atendió no es oncóloga y cuestiona a la dirección del hospital de haber permitido esa situación.

Carolina Muñoz es ama de casa y es atendida en el IMSS porque su hijo logró registrarla, pero ante la falta de especialistas, también ha tenido que atenderse de manera particular.

«Estuve mucho tiempo trabajando en los Estados Unidos, ahorré y desgraciadamente el dinero ya se acabó, no solo es medicamento, son pasajes, es una enfermedad que acaba con el paciente y con la familia», concluyó.

Por Oscar Figueroa
La Razón

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