10 diciembre, 2025

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De El Salvador para Altamira: las pupusas

ALTAMIRA, TAMAULIPAS.- Proveniente de El Salvador, la señora María Consuelo Bruno Maya decidió vender uno de los platillos típicos de su país, las pupusas.

Las pupusas son a base de masa, llevan frijoles, acompañadas de algún guiso como chicharrón, queso, así como carne deshebrada o carne molida, son similares a los bocoles que se venden en México.

Las pupusas más tradicionales van rellenas de chicharrón, queso y frijoles, así como chicharrón con queso.

«Las pupusas son de El Salvador y tengo un año vendiendo, llevan queso asadero, yo me pongo aquí, porque aquí vivo de ocho de la mañana a cuatro de la tarde, solo descanso los jueves», expresó.

María Consuelo tiene 50 años de edad, es originaria de la ciudad de Soyapango y hace 15 años llegó a la zona conurbada, tenía la intención de llegar a los Estados Unidos para realizar el sueño americano, pero ante la falta de recursos optó por quedarse en México, si algo tenía en mente era tener una vida más prospera y en su país difícilmente lo podía lograr.

«Vengo de El Salvador y en todo el país se hacen, pero ya tengo 15 años viviendo en Altamira y me pongo de las 8 de la mañana a 4 de la tarde, son muy tradicionales en mi país».

Dio a conocer que comenzó a vender para obtener recursos y se encuentra en la entrada principal del fraccionamiento Los Mangos en Altamira.

Asegura que las ventas no son las más esperadas, pero el platillo de El Salvador ha sido aceptado en el complejo habitacional, a cuyos residentes todavía se les dificulta mencionar de manera correcta el nombre.

Fueron las mismas vecinas quienes le recomendaron que hiciera comidas de su país y compiten con las enchiladas y tortas que también se venden en la colonia.

‘Las pupusas típicas son las de chicharrón, son originarias de El Salvador y se venden en cualquier parte, pues la original es la mixta, chicharrón, queso y frijol, saben muy ricas».

«MUY DURA LA VIDA EN MI PAÍS»
Al año de haber llegado a la zona conurbada se casó y en la actualidad ya cuenta con la residencia mexicana, pero aún recuerda la difícil vida que llevo en El Salvador.

«El dinero no alcanzaba, trabaja uno bien duro allá y no alcanza dinero y aquí invitaba a mis amigas y me dijeron que pusiera las pupusas».

Cuando vivía en Soyapango, María Consuelo se levantaba desde las seis de la mañana para guisar tamales, empanadas de plátano, elotes locos, tamales de pollo, los colocaba en un huaca (canasto)l, el cual se lo ponía en la cabeza y terminaba de vender hasta las 8 de la noche.

Dijo que comer carne de res es un lujo por su elevado precio, mientras que la carne de cerdo es menos consumida en comparación con México.

Una gran parte de la población de El Salvador solo puede comer frijoles con arroz, mientras que otro platillo tradicional son los tamales de gallina india.

«Es bien dura la vida y se gana poquito, me vine sola y quería llegar a Houston con unos primos, pero el dinero no me alcanzó y me quedé en México».

Una vez que llegó a Tampico vivió en la colonia Del Bosque y las primeras amigas que hizo le ayudaron para que trabajara en la limpieza de casas, después estuvo en un comedor.

En Soyapango vive su papá y tres de sus hermanas, el año pasado estuvo tres meses, ya que tenía seis años sin visitarlos, por lo que en las fiestas decembrinas la cena fue de panes con pollo.

Entre las comidas mexicanas que más le gustan a la señora Consuelo es el pozole, el mole y el menudo, incluso ya aprendió a elaborarlos.

‘Ya tengo 15 años acá, llegué en el 2007 y según me iba ir sola a los Estados Unidos, pero ya me quedé acá», terminó.

Por Oscar Figueroa
La Razón

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