TAMAULIPAS.- El proceso de renovación de la dirigencia estatal del PAN no será un día de campo.
A pesar de que Luis René Cantú, “El Cachorro”, termina su periodo al frente del Comité Directivo el próximo mes, a la fecha todavía no hay convocatoria ni indicios de que esta vaya a ser publicada en los próximos días.
Los tiempos empiezan a complicarse si se considera que en el pasado, Acción Nacional había dado hasta un mes de plazo para que las planillas registradas realizaran campañas internas y pidieran el apoyo de la militancia.
Hasta donde se sabe, el partido está esperando la resolución final de los tribunales respecto a la impugnación de la elección.
Pero esto seguramente ocurrirá al filo del plazo que marca la ley: el 30 de septiembre, y todo hace indicar -también los panistas lo saben- que no habrá sorpresas en la decisión de los magistrados.
Entonces, este cálculo temporal emana un riesgo.
Si no se abre la convocatoria a tiempo, el cambio de la dirigencia estatal se daría hasta el mes de octubre, cuando el estado ya será gobernado por Morena.
Aunque hay suficientes razones para pronosticar que el liderazgo del gobernador saliente seguirá vigente al interior de su partido, lo cierto es que el contexto será muy distinto al del 2019 cuando “El Cachorro” fue ungido como presidente del Comité Directivo, sin oposición de ninguna otra planilla.
Ahora, se sabe, diferentes grupos regionales de Acción Nacional tienen la mira puesta en el control del partido.
Los que más interés tienen son los panistas del sur de Tamaulipas, que se consideran a sí mismos como los guardianes y defensores de la auténtica identidad de Acción Nacional.
Algo de razón tienen, no hay otra región del estado donde se distingan entre la sociedad civil, amplios grupos con verdadera simpatía ideológica (la política es otra cosa) por sus posiciones.
Además de interés, el grupo compacto que ahora encabeza el alcalde Jesús Nader es el que tiene más méritos.
Tampico se convirtió en un baluarte para el PAN en Tamaulipas. Los resultados de las últimas elecciones (2021 y 2022) son suficientes para dimensionarlo; mientras la ola morenista arrasa en el centro y norte de la entidad, en la zona conurbada tienen razones para creer que desde ahí pueden empezar la reconstrucción del partido.
De esas filas surgen las voces que reclaman que sea Chucho quien asuma el liderazgo político del PAN a través de un cuadro cercano que los represente.
El problema es que no son los únicos interesados, en la frontera y en Victoria hay panistas que quieren suceder a Luis René Cantú, a pesar de que, fuera del gobierno, viene una época compleja para el partido.
La vuelta a la oposición será un trance difícil para muchos.




