Tampico tiene una gran historia y el centro histórico es testigo del apogeo que la ciudad tuvo muchas décadas atrás, sin embargo, en el corazón de esta área se construyó un hotel que hoy, pareciera que siempre estuvo ahí, pero su origen en realidad es “reciente”.
Alberto Ortega Ortega, administrador del Hotel Sevilla recuerda cómo inició la historia de los negocios familiares, cuando dos de tus tíos abuelos migraron de España a México atraídos por la prosperidad en América y cuando su país se recuperaba de la guerra.
“Los constructores son dos tíos abuelos de nosotros, hermanos de nuestro abuelo, don Joel Ortega y don Maximino Ortega, ellos son los dos que vienen de un pueblo muy pequeño allá en España y llegaron aquí a México a hacer su vida, uno de ellos se casa con una mujer que es de San Luis y hace su familia aquí, el otro no tuvo familia y murió soltero, pero ellos al ir creciendo el negocio, invitan a sus sobrinos a venir a trabajar en el hotel. España pasaba por un momento difícil después de la posguerra y es así como se traen a mi padre y a otro tío que vienen apoyarlos aquí en el desarrollo del negocio. Mi padre que después estar aquí años, se regresa y se casa con mi madre, que es ahí un pueblo en la provincia de Soria, para luego ya venir a radicar y hacer su familia, nosotros ya nacimos aquí en Tampico”, reveló.
Aunque pareciera que el Hotel Sevilla está desde el inicio del desarrollo de Tampico, lo vierto es que es un edificio construido después de la inundación de 1955.
“Es un edificio que a pesar de que no tiene la historia y sobre todos los años que tienen los edificios que están a su alrededor, sí es un edificio hoy en día que forma parte de esta parte del centro histórico con toda esta arquitectura que viene desde principios del siglo pasado. (Mis tíos) llegan y se instalan aquí primero con la tienda de vinos y licores, el negocio empieza a crecer y adquieren las propiedades que están adjuntas a su negocio, La Sevillana y ya en el año 1959 inauguran el hotel Sevilla, si vemos las fotografías de la inundación del 1955, todavía no se alcanza ver la construcción del hotel”, reveló.
La entonces moderna construcción se inauguró al final de la década de los 50’s y al inicio de los 90’s sufrió una drástica remodelación que la transformó en un edificio a tono con el emblemático centro histórico de Tampico.
“En el año 1959 se da la inversión y se empieza la construcción, desde entonces hasta el día de hoy el hotel se ha mantenido trabajando. Entró en una etapa de remodelación allá por 1990, se remodeló y afortunadamente se le dio una fachada muy similar a la que tienen en su alrededor los edificios y forma parte ya de este icono que es la plaza La Libertad, desde ahí inicia sus operaciones hasta el día de hoy trabajando y fortaleciendo la economía de la región”.
El también líder de los hoteleros en la zona sur, dijo que la transformación de la fachada también modificó la estructura interna del hotel, y redujo un piso de habitaciones para áreas sociales y su azotea se convirtió en un área para eventos sociales con vistas espectaculares del centro histórico y del puerto de Tampico.
“Originalmente eran seis pisos, cinco de habitaciones y la planta baja, después en esa transformación que se dio en la época de los 90, el primer piso se hizo área social, donde está un restaurante y salones privados y se pierden un piso de habitaciones, quedando cuatro pisos de habitaciones, cada uno tiene 13 habitaciones lo que da un total de 52 habitaciones, y se le anexa en la parte de arriba, lo que es la azotea son salones también para eventos sociales”.
“Cuándo se inauguró el hotel tenía una imagen muy diferente a la que había alrededor, era una imagen moderna de aquellos años, los 60’s, con una fachada de vidrios con ventanas de aluminio tipo persianas, era lo más moderno que había en ese entonces, eso le dio mucho auge sobre todo en la zona de la Huasteca. Yo me acuerdo de niño que venía gente importante de la Huasteca porque, hay que recordar que en ese entonces Tampico vivía un auge económico, ya no solamente por el petróleo con la refinería, sino que también porque era un centro comercial” aseguró.
Hoy cuatro generaciones después, el hotel Sevilla se mantiene activo, enfrentando los retos que el paso del tiempo impone a las construcciones cercanas al mar, pero ofreciendo además de confort y una ubicación privilegiada en el centro del a ciudad, una memoria inigualable de la historia de Tampico, pero además esperando que en el futuro siga siendo testigo ahora de un auge en el turismo.
“Tampico le está apostando atinadamente al turismo, siempre se ha hablado de que tenemos potencial turístico, pero veíamos que la gente que nos visitaba no venía todo el año, solo en Semana Santa y el verano, y se va dando un cambio, enfocándose a ser un destino turístico durante todo el año”, afirmó Alberto Ortega.
Por Omar Reyes