14 diciembre, 2025

14 diciembre, 2025

Al oficio del amor descalzo 

CRÓNICAS DE LA CALLE / RIGOBERTO HERNÁNDEZ GUEVARA 

TAMAULIPAS.- Quiero enseñarte la ciudad desde mi lugar, desde donde veo cómo caminas respirándome. Con las hojas, con un par de textos ya leídos, te traigo un libro. Hice también el sueño más sencillo, te lo quiero presentar, pero es que quiero todo y todo es primero como lo tuyo que es mio. 

Quiero vivir contigo para darte mi amor sin reserva, como una respuesta a tu cultura de entregarte completa. Quiero hacer fuerte el oficio de quererte y sujetarte con fuerza, abrazarte la vida, tenerte muy cerca. Leer en tus ojos antes de dormir la historia más bonita jamás escrita. 

Mi vida es la puerta y tú eres la luz que entra. Y sales de pronto, apareces en mis manos, en el agua que bebo, en la memoria que hace recuerdos, en los platos donde comemos, en mi cuerpo tatuado de tus besos, en el aire, en todo lo que veo y en lo que oigo, por decir lo menos. 

Al borde del agua, desde donde se ve el sol que se mete y en todos los espejos de los días más soleados , tu eres mi vida y todo lo que buscaba. En casa, con mis manos tranquilas ando tus pasos, leo tus palabras en las paredes por donde la ciudad pasa. 

Y te vuelves paloma en mi pelo y te vuelves voz en mi desvelo, juramento en mis palabras, te haces te quiero, amor, te vuelves el amor de mi cielo. 
Estando aquí puedo decirte sin tropiezos las dos palabras más bonitas de la vida: te amo. 

Parpadeas y son palomas sueltas, tus ojos de a poco se abren como el cielo, me estás mirando, y yo nazco de nuevo. He reunido todo el amor de mi vida, todo mi contenido, todo te llevo, todo es ahora también tuyo. 

Solamente tú te acercas a mi alma y platicas. Te vieron mis venas con tu sangre, mi mesa y el hambre, te vio mi cuerpo delgado incansable. En todas direcciones, en la calles aledañas a nosotros, en el viento de tu cabello, tu existencia es el cielo. 

Quiero ser el aire. Quiero a partir de ahí serte indispensable. Y quiero ser ingenuo como niño para creer en todo, para asombrarme, para sorprenderme con la sombra de tu cabello negro. 

El día vino pronto por su diario, el sol busca tu cuerpo despierto, bajo el sombrero de un tejado pienso en ti muy temprano. 

Continuamente hablo de ti cuando camino. Le doy palabras a lo nuestro y me sorprende la cantidad de objetos, momentos y silencios, metros y tal vez kilómetros que nos acercan en vez de vernos lejos. 

La vida es una estación en los ojos, en el remanso solitario de un puerto, bajo el puente respirando, amor, pocas veces el amor tiene tantas palabras en un vaso, pocas veces y muchas encontraré la forma de darte un inesperado beso. 

Nadie sabe decir dónde duele cuando uno ama como te amo, ni dónde está el nido del ave, de qué tierra vino el sol en unos ojos únicos. 

Abrázame con tu alma, dame vueltas al rededor del cuarto. Yo quiero poner mis labios en tu ombligo en este lado de la patria. Puedo poner en la luz tus palabras y ahí deslumbran. Es decir: cada estrella me dice algo. Que me quieres, me has dicho, puedo escucharte. 

Transito sobre tu cuerpo en lo alto, entre los árboles, me reconoces, en tu nombre bebo un trago de esta noche en tus labios. Desesperadamente te quiero, corres por mis venas, mi corazón es el parque donde juegas. 

Traigo todas las razones en las raíces de mis manos que te buscan. La primera vez que te vi, no te podía dejar de ver. Hagamos posible el mejor lugar para vivir, hagamos un amor fuerte fuerte , una bola de nieve, un patio grande. 

He hecho un camino hacia esta hora de mi casa. Estás en el plano de mis brazos donde puedo apretarte. Mañana, en el planeta, todos los días me verán frente a ti. Cada instante tendrá el aroma que dejas en las palabras. 

Le hablo al aire que te alcanza. Al cabello que se mueve como a una cortina. Le hablo a tu alma, como una ola, desde una gran sonrisa con todas mis palabras. 

HASTA PRONTO 

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