TAMAULIPAS.- Jalisco y Michoacán súfrenos los embates del Cartel Jalisco Nueva Generación, pero seguro les debe doler más la apatía del gobierno Federal que desde Palacio Nacional observa, calla y deja que la estrategia de abrazos no balazos permita a los malos avanzar controlando territorios.
Así es mis queridos boes, lo vimos la tarde del martes en Guadalajara y su zona metropolitana, balaceras, automovilistas despojados de sus unidades, transporte público quemado, una ciudad en zozobra.
Pero el terror se expandió por la noche también a Guanajuato, donde en varios municipios la quema de vehículos, por lo menos 30 tiendas de conveniencia y persecuciones a balazos convirtieron a la noche en terror.
Ayer, en ambas entidades, sobre todo en Guanajuato había ciudades sin transporte público, sin clases en las escuelas, con negocios carbonizados y las calles desoladas, mientras en Palacio Nacional lo de siempre; minimizaron lo sucedido y a otra cosa.
Apenas les dio para informar que había 5 detenidos, que supieron de una reunión de capos de dos bandas criminales y al sentirse descubiertos, desataron el caos en ambas entidades.
No quieren llamar a las cosas por su nombre, lo que se vivió en Guadalajara y Guanajuato se llama terror y los que lo provocan se llaman terroristas.
Ataques terroristas como esos, que claro se han vivido a lo largo y ancho del país, en por lo menos los tres últimos sexenios, pero que se han agudizado en este, el de la ‘cuarta transformación’ tienen que ser combatidos como tales, como actos terroristas y entonces cuando AMLO insiste en los abrazos y no balazos, los terroristas se burlan, ven la oportunidad de afianzarse, de expandirse, de lograr más control sobre ciudades enteras.
Ya lo decía FELIPE CALDERÓN hace más de 10 años: lo que esos grupos quieren es un gobierno que no haga nada, cuando un chavo de los que ahora les decimos chairos, lo enfrento por la lucha contra el narco.
“Si tú u otros, pretenden que mi Gobierno se quede cruzado de brazos viendo como atentan contra los jóvenes de México, viendo como secuestran, viendo como extorsionan, están muy equivocados”, le respondió el entonces presidente
“Quienes pretenden que el gobierno se quede cruzado de brazos, no defienda a la gente, y que los criminales hagan lo que se les de la gana con la gente están muy equivocados. A lo mejor viene otro presidente y hace exactamente lo que tú quieres, se va a quedar sentadito, calladito, volteando para otro lado, pero pensar que eso va a acabar con la violencia o con la criminalidad, es una ingenuidad, se dice de otra manera en mi tierra pero estamos en público”.
Y pues si, llegó ese otro presidente que advertía CALDERÓN, que prefiere quedarse callado y de brazos cruzados, que a base de escándalos y frivolidades mediáticas busca ocultar la realidad que sufre el país por su terquedad de no hacer frente a los malos, porque según él no hay que usar la violencia ni contra ellos, a los que por el contrario asegura su gobierno también los cuida.
Supongo que esta reflexión es más o menos compartida por los empresarios del sur del estado, los organizados en el Consejo de Instituciones Empresariales del Sur de Tamaulipas que el martes en voz de IÑIGO FERNÁNDEZ se pronunciaron porque se mantenga la estrategia de seguridad que esté sexenio, el panista, ha dado resultados.
Incluso, el presidente del CIEST señaló que buscarán una reunión con AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, gobernador electo para ver cuáles son sus planteamientos sobre el tema.
Comentó que esperan que se siga con la misma línea que ha dado resultados, como lo marcan las estadísticas y la encuesta del INEGI, aunque reconoció que siempre hay áreas de oportunidad y que lo que esperan es que mejoren más las cosas.
Ayer, el alcalde de Madero ADRIAN OSEGUERA KERNION también habló del tema de la seguridad, dijo que solicitará a las corporaciones estatales y federales que se refuerce la vigilancia en el municipio.
OSEGUERA señaló que con los policías estatales y los de la Guardia Nacional que están en la zona no son suficientes para los tres municipios y que pedirá se incrementen y al mismo tiempo haya más vigilancia y rondines en el centro de su municipio.
Es obvio, nadie quiere ver que las escenas que se vivieron en Jalisco y Guanajuato de reproduzcan en Tamaulipas y no porque no las hayamos vivido, sino porque ya las padecimos en los dos gobiernos anteriores y esa película, nadie la quiere volver a vivir.
