Es de suponer que, transcurrido el informe de AMLO, ha de intensificarse la competencia en Morena rumbo a la sucesión presidencial. Más o menos lo que sucedía en el PRI, con la diferencia de que en esta ocasión “el destape” es múltiple, un tanto anticipado y bajo riesgo de que las pasiones salgan de cauce ofreciendo espectáculos aprovechados por los adversarios de la 4T para insistir que en eso de las ambiciones políticas no hay nada nuevo bajo el sol.
En efecto, ni como ocultar que quienes pretenden llegar a Palacio Nacional no desaprovechan cualquier tribuna para hacerse notar. Hasta en el modo de vestir, como Claudia Sheinbaum que ya no aparece con “los trapos” de costumbre sino más formalita en sus trajes de perfecto corte, agradables colores y fina tela. Caso contrario el de Marcelo Ebrard que en eventos masivos prefiere ropa de paisano, incluso hasta de mezclilla, en vano intento de sacudirse la elegancia característica del medio diplomático y protocolario en que se mueve.
Por su parte Adán Augusto López sigue siendo el mismo bonachón que difícilmente se altera al grado que recuerda a los políticos paternales de los viejos tiempos. Este exgobernador de Tabasco parece ser el más convencido de que el poder tiene más trampas que el camino hacia la perfección o hacia la reconciliación mundana que no es lo mismo, pero es igual.
Respecto de Ricardo Monreal ya sabéis que está en un tris de dar la espalda a Morena, aunque lo niegue, salvo que como premio de consolación acepte la jefatura de gobierno de la CDMX que a estas alturas no es precisamente lo que pretende. Ahora utiliza el liderazgo de la mayoría en el senado, después quién sabe. No será fácil reciclar su carrera política en otro partido, en Movimiento Ciudadano, por ejemplo, que le hace ojitos, muestra provocadoras sonrisas y pecaminosas insinuaciones. Y cuidado que la carne es débil.
El asunto es que a partir de septiembre los mexicas seremos testigos de los arrebatos inconfesables de aquellos(a), que a la fantasía apuestan su futuro. Justo cuando el 17 y 18 del señalado mes, habrá de llevarse a cabo el congreso nacional del partido que esperamos por larguísimo tiempo, siga “siendo mano” en la transformación de la república. Y ni como negar que el evento servirá de termómetro para definir lo que ya es irreversible, es decir, la candidatura presidencial. Usted dirá que “todavía le cuelga” y pue-que tenga razón, sin embargo, ante el activismo de las fuerzas reaccionarias para evitar el triunfo de Morena en el 24, no hay más remedio que ponerse las botas y hacer camino como dicen que dijo el cura Hidalgo cuando decidió luchar contra los “gachupines”.
De manera que el combate por la sucesión será rudo de toda rudeza, a pesar de la promesa de que el comportamiento de los diversos grupos será civilizado anteponiendo la unidad sobre cualquier ambición. Hasta ha de creer. Mientras tanto no extraña que en las principales ciudades de Tamaulipas aparezca publicidad a favor de Sheinbaum.
MAESTROS AL ABORDAJE
Mientras tanto, a otro nivel, la inquietud magisterial en Tamaulipas está convertida en ola que amenaza devorar las más sabias recomendaciones de mantener la calma. Y es que algunos de los aspirantes a la dirigencia seccional de plano rebasan la ambición en el objetivo de convertirse en protagonistas de su propio destino. Como en todo proceso de este tipo existe «mano negra» (ya lo hemos denunciado aquí), que tira zarpazos, especialmente contra Arnulfo Rodríguez Treviño a quien, ¡vea nada más!, los mediocres satanizan por su histórico y admirable liderazgo.
Rebasan la ambición digo, como Abelardo Ibarra, que convoca y al parecer patrocina eventos y concentraciones de alto costo difíciles de solventar con los que se suponen modestos recursos de cualquier maestro en activo. Cierto que recibe “extras” por su desempeño sindical, pero ¡oiga!, insuficientes para pagar convivios, rentas de locales exclusivos, publicidad, “acarreos”, etc. Lo grave es que se maneja con la suposición de que es el candidato de AVA, por lo tanto, sus adversarios tendrán que levantarle la mano tarde o temprano. ¿Lo sabrá el gobernador electo?. Y en toda esta tracalada aparece Naif Hamsho, quien actúa más como personero que como aspirante.
El columnista reflexiona: ¿Se convertirá la sección 30-SNTE en referente de conflictos el próximo sexenio solo por el capricho de los que siempre “han estado en el baile”?.
SUCEDE QUE
En Morena siguen experimentando con liderazgos de caricatura…qué pena.
Y hasta la próxima
Por Max Ávila




