Existen muchas formas de tener mediciones sobre el avance que tiene una Administración Pública, que van desde el ejercicio fiscal, transparencia, procesos administrativos, hasta impacto de las políticas públicas sociales; sin embargo, de cara a los Informes que por ley tiene que dar el alcalde o alcaldesa ¿cómo evaluar políticamente al Gobierno Municipal?
Hay un conocido método muy efectivo de valoración que cubre diez grandes rubros, que a lo largo de mi experiencia de 20 años como consultor en comunicación política me ha servido para anticipar las siguientes derrotas en las urnas o incluso prevenirlas, todo ello teniendo tres ejes rectores fundamentales para estos tiempos inmersos en tácticas híbridas de comunicación que a continuación comparto en estos Apuntes:
1. SISTEMA ELECTORAL
Aquí se debe considerar desde la calidad en la retención de las secciones ganadas con un actualizado análisis de la minería electoral; situación actual del partido político por la vía que se llegó, al igual del oponente; avance en las posiciones estratégicas colegiadas, e incluso partidistas; hasta el desarrollo electoral de la estructura propia.
2. SISTEMA POLÍTICO
Aquí se debe valorar la calidad de relación con actores, sectores, organizaciones, y oponentes; actualizar el análisis del mapa de actores, así como de la red de alianzas; interlocución con otras instancias políticas de diversos órdenes de gobierno, partidistas, e institucionales; hasta la valoración del estado político que tiene el entorno estatal.
3. SISTEMA DE MEDIOS
Aquí se debe analizar el impacto paralingüístico del personaje ante el electorado; la calidad de la relación con los medios de comunicación; la forma de comunicarse internamente en la Administración Pública; valorar la actuación ante una comunicación de crisis; hasta la conversación digital de internet además de redes sociales.
Tener estos indicadores muy claros, con una precisa evaluación mensual, puede corregir oportunamente los errores que se han cometido y potencializar los aciertos hasta la meta que se ha impuesto el alcalde o alcaldesa.
No hacerlo desde el primer año de gestión, puede encarecer la reelección o la siguiente candidatura a la que se aventure el personaje político, incluso pudiera significar un mal cierre de su ejercicio político para un final inesperado.
En Tamaulipas ya celebraron los primeros Informes de Gobiernos Municipales, en los que increíblemente dos municipios fronterizos se destacaron por el despliegue comunicacional tradicional por el que trataron de conducir a la opinión pública hacia todo un éxito gubernamental, pero se les cayó todo en la conversación digital y territorial –por no hacer tácticas híbridas de comunicación política-, todo ello evidenciando que no están teniendo indicadores políticos de evaluación mensual.
Ahora toca el turno a los alcaldes y alcaldesas de Nuevo León ¿Saldrán igual que los tamaulipecos? En ambas entidades la pregunta que debe prevalecer es ¿cómo van políticamente en la realidad?
APUNTES
Me han preguntado “¿cómo voy?” algunos personajes de Nuevo León previos a sus Informes correspondientes por ley, a lo que les respondí en una especie de alerta temprana “recuerda que 2024 se define en 2023 y eso ya está a la vuelta de la esquina; además hay algo que siempre se les olvida después de que ganan, la reelección se define en el primer año, no en el segundo, claro, están los peores que empiezan a operar en el tercero ya cuando ni tienen recursos, ni aliados.
Ahora te pregunto al revés, tú dime ¿cómo vas? Y cómo vas ahorita ¿tienes con qué para reelegirte?”.
Excuso no mencionar nombres, ni mi respuesta que di sobre cómo va el personaje, aquí la pregunta es para el electorado ¿cómo crees que va tu alcalde o alcaldesa?
¿Y tú, qué opinas?