TAMAULIPAS.- En una más de las curiosidades de nuestra política vernácula, ayer observamos el más nítido ejemplo de cómo un hecho puede ser interpretado según el cristal con que se mire.
La resolución de la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación fue muy particular: ninguna de las partes involucradas ganó ni perdió todo.
En resumen, los magistrados determinaron que el Tribunal Electoral de Tamaulipas sí era competente para ordenar que la Diputación Permanente se integrara por la última Mesa Directiva (dos morenistas y un panista), pero no para echar abajo todos los asuntos que se aprobaron después de las primeras cinco horas de la sesión del 30 de junio.
Entre los dictámenes que se avalaron aquella madrugada el más trascendente es el que otorgaba facultades a la Fiscalía General de Justicia, entre ellas el control de la Unidad de Inteligencia Financiera y Económica y del Sistema Estatal de Seguridad Pública.
Podrá discutirse cuál de las dos resoluciones tiene más importancia, si la de la Diputación Permanente o la de las reformas polémicas, pero ayer los dos bandos en pugna salieron a celebrar y a destacar el lado de la historia que más se acomodó a su discurso triunfalista.
El PAN Tamaulipas festejó que la Súper Fiscalía siga viva, pero no mencionó que el Tribunal determinó que su bancada comandada por Félix “Moyo” García nunca tuvo la razón para retener desde hace casi tres meses el control de la Diputación Permanente, en una estrategia que los llevó incluso a desacatar un fallo del Tribunal local.
Los diputados morenistas también celebraron la devolución de la Permanente, pero pasaron por alto la supervivencia, por lo menos temporal, de la Fiscalía recargada, que no es poca cosa para el inicio de la próxima administración.
Es decir, de alguna manera cada quien se quedó con su golpe.
También es verdad que esta decisión cuasi salomónica de los magistrados tiene sus matices que vale la pena observar con detenimiento.
El ponente, Ernesto Camacho Ochoa, fue muy claro en advertir que así como no le correspondía a los magistrados locales invalidar los asuntos de la sesión del 30 de junio, que también incluyen el blindaje a la Comapa Tampico, tampoco a ellos les toca analizar su validez.
Es decir, determinaron que el asunto se quede como estaba -aprobado por el Congreso y publicado en el Periódico Oficial- porque el Tribunal Electoral de Tamaulipas no era competente para echarlo abajo, pero corresponde a otra instancia su validación.
Esa última instancia será la Suprema Corte de Justicia de la Nación que de hecho ya tiene el tema en sus manos y determinará si es constitucional o debe ser enterrado en el cementerio de los engendros jurídicos.
Por otro lado, si bien es cierto que Morena solo gozará del control de la Diputación Permanente por nueve días a partir de hoy -el 1 de octubre se inaugura el próximo periodo ordinario- es cierto que en ese tiempo puede dictaminar y convocar a sesiones extraordinarias, cuya realización dependería de que se presente un sólo diputado más, además de Gustavo Cárdenas y de quienes integran su bancada.
Todo esto, mientras cobran fuerza los rumores de que habría por lo menos otra legisladora lista para brincar de la bancada del PAN a la de Morena.
En resumen: nos queda mucho por ver.