“Ahogado el niño, tapado el pozo”, así reza el viejo y conocido refrán, y bajo esa premisa funcionan muchas cosas en este país.
Sí, cuando pasan cosas malas o terribles se empieza a tomar acción para “arreglar las cosas”, lo peor es la poca memoria colectiva que tenemos y la indiferencia de quienes no han resultado afectados, por lo que prevenir no es una necesidad.
Esa es una de las razones principales por las que en la zona sur se llevan décadas sin la realización de obras para ampliar la red de drenaje pluvial y la ampliación de limpieza.
A lo más que llegan los municipios es a mantenerlos limpios para que el agua que pueda sea evacuada, sin embargo en zonas bajas es imposible evitar inundaciones.
Sexenios pasan, proyectos se actualizan una y otra vez, pero no pasa nada, se siguen sacando muebles y basura de los drenes para “liberar” el paso del agua, y hasta ahí.
Las administraciones municipales están imposibilitadas para emprender esas obras, se requieren más de 1,200 millones de pesos para “proteger” a la zona sur, pero hace años no baja un peso.
Tal vez se requiere otra tragedia para que haya voluntad política y se apliquen recursos para “salvaguardar” la integridad de los residentes de la zona sur.
Tal vez están esperando otro Hilda para tomar acción.
Hace 67 años el huracán categoría 4 pegó de lleno en la zona conurbada, en 1955 no se tenían los modernos monitores meteorológicos, los pronósticos eran mucho más deficientes porque se hacían con mayor antelación, hoy se puede seguir segundo a segundo el avance y el crecimiento de un fenómeno meteorológico
El ciclón inundó gran parte del sur, se calculan 12 mil muertos y al menos 50 mil damnificados, en el centro histórico se dice subió 6 metros el agua, era sucia y arrastraba animales muertos y basura.
A Hilda se le unieron los efectos de los huracanes Gladys y Janet, no llegaron directo, pero que sí trajeron muchas lluvias.
Si comparamos la población de aquellos años a la de ahora, podemos dimensionar que la devastación sería mucho mayor, más damnificados y seguramente muchas más víctimas mortales.
Pero poca acción y menos voluntad se ha visto para que eso no vuelva a pasar, insisto, tal vez se está esperando que haya una nueva mega inundación para que se realicen obras que impidan que eso “no vuelva a pasar”.
Pasa lo mismo con la captación y suministro del agua, hasta que se secaron ciudades, hoy se están analizando proyectos y reviviendo los empolvados para evitar que eso vuelva a pasar.
Espero en verdad que no se requiera otro huracán, que no los defrauden los extraterrestres (a quienes creen en ellos), y que no tengamos miles de ahogados para, ahora sí, ampliar la red pluvial.
QUE CURIOSO
Hace sentido que en Tamaulipas se esté impulsado la creación de una Guardia Estatal para suplir a la Policía Estatal, eso pasó cuando se desintegró la Policía Federal para dar paso a la Guardia Nacional, sin embargo, los ‘detallitos’ no previstos y que han hecho que no den los resultados prometidos, hace dudar la efectividad que este nueva corporación tenga éxito.
Habrá que ver cómo se formula la nueva agrupación, cómo se negocia en el Congreso de Tamaulipas y qué tan rápido se transforma la corporación.
Por el bien, la seguridad y tranquilidad de todos, esperamos que sea todo un éxito, que la paz que se respira en el sur llegue a todas las ciudades del estado.
¿Usted qué piensa?
Por Omar Reyes
@Omar_Reyes
omarereyes@gmail.com
