La maestra Lucía Aimé Castillo Pastor, que ya todo Tamaulipas sabe es la nueva titular de la Secretaría de Educación en la entidad, y el profesor Rigoberto Guevara Vázquez, líder de la Sección 30 del SNTE, acordaron trabajar en una agenda común sus ámbitos de actuación.
Pero, ¿cuál es la magnitud y trascendencia del mensaje que ambas personalidades envían a todas y todos los tamaulipecos?
No sé usted lo que opine al respecto, pero permítame dar mi punto de vista de lo que esta columna cree que la reunión y acuerdo entre los titulares de la SET y el SNTE transmitirá sobre la perspectiva y el valor de la educación en Tamaulipas.
En primer lugar es pertinente y procedente recordar que durante todo el sexenio pasado no habíamos visto, al menos en términos públicos, que los jefes de la educación y del sindicato de trabajadores se hubiesen reunido, ni siquiera para darse los buenos días.
Hoy, ocurre todo lo contrario, pues la apertura de la maestra Aimé Castillo Pastor abona demasiado a que regrese el reconocimiento entre ambas instituciones y se afiancen de nueva cuenta los compromisos para bien de miles y miles de niños y jóvenes de todos los niveles escolares.
Recordemos, con todo respeto, que en ese pasado señalado, sólo se construyó una muralla de hielo realmente difícil de cruzar, o casi inexpugnable entre la Secretaría de Educación y el Sindicato Magisterial.
REPRESALIAS Y COMUNICACIONES DE LA EDAD MEDIA
Evidentemente esa irracionalidad perjudicó el avance de la educación en Tamaulipas, ya que a pesar de que fueron y vinieron congresos y eventos de supuestas y respetables “magnitudes”, la realidad fue una sola:
Que a las bases nunca llegaron siquiera los prolegómenos de esas reuniones abarrotadas por cientos y miles de personas, derramas de recursos económicos y noticias que probablemente hayan sido todo lo bueno, culto y vanguardista del sector, pero no se escuchaban los ecos de la contraparte sindicalista.
Esa muralla de hielo, que produjo y emanó una serie de visiones extrañas, nada normales, sobre la educación, propició un contexto de representatividad no sólo deficitaria, sino que provocó que, estando en el Siglo XXI y el Tercer Milenio, las comunicaciones que impulsan el valor de la pluralidad política cayeran —-al menos en el sector educativo que abarca la conocida zona de Tamatán, en la capital del estado—- y se retrocediera a las transmisiones de la Edad Media.
Y mire usted que no se exagera la nota, ¿qué utilidad tendría?, sólo que semejante situación nunca pudo haber sido tan dañina y negativa si no hubiese desencadenado no pocas tribulaciones sociales y políticas, las cuales bien pudieron, con todo y pandemia encima (en el caso de que alguien la agarre de pretexto) superarse con el concurso político y solidario de las instituciones más importantes de la educación pública.
Tribulaciones que, además, implicaron represalias laborales:
“Si nos criticas en los medios o no haces lo que se te ordena te perseguimos, te perjudicamos y te encarcelamos, o algo peor; tú decides”. Imagínense entonces con esas endemoniadas posturas facistoides quedaban anuladas todas las intenciones de criticar constructivamente un gobierno que había prometido ser distinto a los 80 años del PRI, pero que se corrompió tanto que no quedó vestigio de sus apantallantes promesas de campaña.
Así se las gastaba ese sistema intolerante que nunca quiso admitir la presencia de otras fuerzas sociales capaces de equilibrar a la educación, ni de quienes (como yo) teniendo por trabajo paralelo escribir en la prensa o comentar en la radio opiniones que reprochaban las malandanzas de un gobierno que, evidentemente, fue rebasado por la conciencia ciudadana y por una democracia que lucha por transformar a esta nación.
Ahora, superados esos escollos, la meta es, de acuerdo al reporte de comunicación social que refiere el trabajo que realizarán la SET y el SNTE, “abordar temas de interés para las y los trabajadores de la educación y acabar con el rezago en trámites y servicios que dejó la pasada administración”.
Es así que conforme a ese proyecto pronto se instalarán mesas de trabajo y se les dará prioridad a los asuntos relevantes, abatiendo el rezago heredado, y dándole sentido al acuerdo entre Gobierno y Sindicato.
¡Excelente inicio de semana!
Por Ma. Teresa Medina Marroquín
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