TAMAULIPAS.- A reservadeloqueocurra hoy y los resultados tangibles que pueda dejar, la visita de Andrés Manuel López Obrador a Tamaulipas, acompañado por buena parte de su gabinete, encuentra pocos precedentes en el pasado reciente.
No es una gira cualquiera.
Los últimos viajes del presidente a la entidad fueron cortos, con propósitos muy concretos como aquel recorrido que hizo por las clínicas del IMSS Bienestar en septiembre del 2019.
Antes de él, Peña Nieto esquivó de manera sistemática sus posibles encuentros con los tamaulipecos.
En el 2018, pospuso en dos ocasiones una visita a Reynosa -una de ellas al menos, debido a una crisis de violencia- hasta que en septiembre, poco antes de quitarse la banda presidencial, finalmente estuvo en la frontera para inaugurar un Libramiento que había sido concluido desde varios meses atrás.
En alguna ocasión, durante una de esas súbitas rachas de inseguridad, a Matamoros acudió el entonces Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, acompañado por el Gabinete de Seguridad, para presentar el enésimo plan contra la delincuencia que arrojó pocos resultados.
El trato de Felipe Calderón para Tamaulipas no fue muy distinto.
Con el paso del tiempo se evidenció su mala relación con el gobernador Eugenio Hernández Flores, lo que se sumó al distanciamiento del presidente con un estado al que nunca entendió.
Nadie debería olvidar que fue en su sexenio cuando se detonaron todos los índices de violencia en Tamaulipas, con hechos que aún hoy resultan difíciles de comprender.
Por eso, después de tantos años de frío distanciamiento entre el centro y la entidad -ni qué hablar de los últimos en los que la relación se limitó a lo meramente institucional- la visita a Victoria del presidente y su gabinete es una buena señal.
Porque llega en un momento trascendental para apuntalar el proyecto de gobierno de Américo Villarreal.
La contundencia con la que obtuvo el triunfo en las urnas ha disparado las expectativas sobre su administración.
Pero el reto es mayúsculo por la manera en la que recibió el poder: la situación financiera del gobierno está lejos de ser la adecuada, la infraestructura cruje por todas partes -escuelas y hospitales en primer lugar-, y la famosa sensación de seguridad está prendida con alfileres.
Este espaldarazo para el gobierno de Américo es muy valioso, porque hasta donde se sabe, en la agenda de este martes y miércoles no sólo habrá buenos deseos, sino ofertas concretas de obras y apoyos.
Hoy a las 11:00 se firmará en Palacio de Gobierno un convenio con la Secretaria de Bienestar, Ariadna Montiel, para que los apoyos a las personas con discapacidad sean universales.
Luego, a las 17:00 horas se realizará el evento más importante de la gira: una reunión de trabajo entre las autoridades del estado y el gabinete federal para anunciar el llamado Plan de Apoyo a Tamaulipas, que incluye un paquete de obras y programas para detonar el desarrollo del estado.
Finalmente mañana a las 7:00 horas se celebrará en el Batallón militar, la conferencia mañanera que todos los días ofrece el presidente.
Será una agenda cargada, y todo hace indicar que productiva. Una buena noticia que Tamaulipas ya se merecía.