- En 1964 se abrió el hospital Naturista en los tiempos de bonanza de ‘La Quina’.
- Se cuenta también que alimentaba y proveía de cuidados a las personas que pasaban la noche en el lugar.
- Actualmente, hay quienes afirman que siguen viendo a ‘La Planchada’,
En el Hospital Naturista o Centro de Rehabilitación “Juan Álvarez Díaz”, de Ciudad Madero el miedo alimenta el imaginario del colectivo popular.
“Yo juro que la he visto. Un día venimos a pasear a la playa y desde la carretera vimos una figura que se paseaba, toda de blanco, con el pelo negro, lacio y la cofia en la cabeza. Apenas volteó y se fue otra vez. ¿Quién puede andar entre las ruinas”, dice Joaquín Valdez, un habitante del fraccionamiento Fundadores?
Es “La Planchada” que sigue penando en el sitio, abandonado desde hace varias décadas, tras su cierre.
Luego de su apertura en 1984, en el pasado, advierten los relatos que se transmiten entre la ciudadanía, la visita de una enfermera que solía caminar por los pasillos durante las noches y que se perdía sigilosa entre los cuartos.
Algunas veces, dicen, daba consuelo a los pacientes en sus momentos más delicados.
Se cuenta también que alimentaba y proveía de cuidados a las personas que pasaban la noche en el lugar.
Tras el cierre del centro, la historia no finalizó porque comenzaron a tejerse historias sobre su origen.
La más contada, relata que se trata de una enfermera que se enamoró perdidamente de un doctor. El desencuentro amoroso entre la pareja habría conducido a la mujer a quitarse la vida.
No hay datos oficiales que corroboren la historia. Si, muchas historias que hablan de sus apariciones fortuitas a los visitantes al lugar.
Pescadores, habitantes de las colonias cercanas, fotógrafos, amantes de las leyendas platican sus encuentros a través de redes sociales.
“La Planchada” habita en cada una de éstas y coinciden en la descripción tras sus apariciones entre las ruinas del otrora centro médico, que cerró sus puertas en 1989.
¿Verdad? ¿Mentira? ¿Quién se atreve a negar su “presencia” ?, ¿Quién se atreve a negar su existencia?
“La Planchada” puede seguir caminando en los pasillos, en las habitaciones olvidadas, derruidas por el óxido, por el paso de los años. Entre vegetación y alimañas, entre visitantes que de vez en cuando la ven y los ve, para alejarse silenciosamente y perderse entre la oscuridad.
DÓNDE NACE LA LEYENDA
De acuerdo con los investigadores del fenómeno paranormal, la historia tiene dos versiones u orígenes.
La primera versión se encuentra contenida en el colectivo popular y transmitida de “boca a boca”.
Detalla el registro de una mujer que prestó sus servicios como enfermera durante la guerra México- Estados Unidos de Norteamérica en 1847 en el hospital “Juan Pablo ” y que después sería el hospital “Juárez” en la CDMX.
Ante el exceso de trabajo, advierten las historias de la época que las enfermeras se quedaban dormidas y cuando despertaban se veían sorprendidas porque los pacientes habían recibido sus medicamentos y curaciones.
Los trabajadores del hospital y soldados decidieron vigilar hasta encontrar a una solitaria enfermera que se encargaba de realizar el trabajo.
Los empleados decidieron seguirla para conocer la estación de servicio de donde provenía y agradecerle, pero refieren que desapareció a los pocos metros.
Fue descrita como una mujer rubia, ojos azules y que camina derechita y con un uniforme blanco perfectamente almidonado.
VERSIÓN MODERNA
La versión moderna sostiene que hay numerosos testimonios en hospitales del país que advierten encuentros con “La planchada” durante las noches en pacientes con necesidad de atención urgente o que olvidaron darles sus medicamentos.
La enfermera aparece en momentos difíciles para los pacientes y desaparece.
DATOS
“La Planchada” no es originaria del sur de Tamaulipas, puesto que hay historias similares que evocan a una enfermera bajo las mismas características e incluso con el mismo sobrenombre en hospitales en funcionamiento y abandonados en Reynosa, CDMX, Nuevo León, Durango.
José Luis Rodríguez Castro/ La Razón