CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Debido a la baja producción y problemas de hackeo del sistema que la condujo a parar cuatro días, la maquiladora Kemet ha tenido que realizar ajustes de personal, por lo que va del 2022 ha despedido más de 400 obreros de la planta en Victoria y amenaza con liquidar a otro grupo considerable de trabajadores antes de finalizar el año.
María Dolores Zúñiga Vázquez líder del sindicato de trabajadores de maquiladoras, dijo que ha sido muy complicado para la empresa este año, ya que se le han presentado de problemas que la ha orillado a tomar decisiones drásticas como; dar de baja a obreros.
El pasado viernes 28 de octubre liquidaron a 25 trabajadores tanto sindicalizados como de confianza y se prevé que en 15 días haya más despidos.
Recordó que hace poco, el sistema de la empresa fue hackeado lo que provocó la caída de su sistema y que por cuatro días parara la producción, con ello se envió a “vacaciones forzadas” a más de mil 500 empleados de la planta que quedan, lo que provocó su molestia porque esperaban les pagaran los días que dejaron de laborar, en virtud que la suspensión fue por tema no relacionado con los trabajadores sino de la propia empresa.
“Lo que ha pasado es que hay baja producción o tienen problemas en Taiwán, de hecho, la semana pasada se les cayó el sistema, los hackearon, estuvo parada la planta 4 días, han tenido problemas todas las maquiladoras Kemet en todo México”
Dijo desconocer que esté pasando con la empresa, aunque lo que es una realidad es que siguen las bajas de obreros de confianza y sindicalizados y en 15 días habrá otro ajuste de personal similar.
La intención de la empresa, dijo, es seguir con las operaciones dentro con normalidad, al tomar las medidas que sean necesarias, por ello es que se han realizado despidos.
Sobre los 4 días que paro, la planta en Ciudad Victoria y la empresa dios vacaciones forzadas y adelantadas para no pagar los días no laborados, la líder del sindicato dijo que están elaborando un análisissobre que acciones se puede emprender por no estar de acuerdo con la decisión tomada por la empresa.
Por Salvador Valadez C.
EXPRESO-LA RAZON