TAMAULIPAS.- Pese a que Tamaulipas cuenta con importantes ríos como el Bravo en los municipios de la frontera, el Guayalejo, en Llera -entre otros municipios- y el Pánuco en la zona conurbada del sur, una de cada 10 familias en el Estado no tiene dentro de su vivienda agua entubada, principal elemento para la supervivencia.
La cobertura en la disponibilidad del líquido potable al interior de una vivienda, mejoró en los últimos 20 años en casi un 30 por ciento, al pasar de 6.5 en 2000 a 18.5 en 2010 y finalmente a 89.4 en 2020, con un 27.9 por ciento en total.
Sin embargo, el restante 10.6 por ciento de las viviendas tamaulipecas no dispone de agua entubada dentro, de acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
El caso de las viviendas en la entidad que no disponen de agua entubada ni dentro ni fuera también se redujo en 7 puntos porcentuales, de 8.8 en 2000 a 4.8 en 210 y de aquí a 1.7 en 2020 por lo que sólo queda ese porcentaje cercano a 2 sin el servicio.
Finalmente, también disminuyeron en 20 años en ese Censo, las viviendas que disponen de agua entubada sólo en el patio o terreno, de 28.8 por ciento en 2000, a 14.7 en 2010 y 8.6 hasta hace 2 años, en 2020.
Esta mejora del 20.2 por ciento se puede interpretar como la correspondiente a las viviendas que dejaron de tener agua afuera para instalarla dentro.
Los tamaulipecos saben que contar con afluentes como los citados no garantiza el suministro de agua puntual en sus hogares.
Por eso un 45.5 por ciento, casi la mitad de las viviendas, cuenta con algún tipo de equipamiento para almacenar agua.
Un 38.4 por ciento de las familias recurre a los tinacos y el 5.6 construyó cisternas o aljibes.
El porcentaje de 89.4 de hogares que dispone de agua potable dentro, se reduce 2.5 cuando se trata de servicio de drenaje o lugar de desalojo de los desechos sanitario, al pasar de 66.5 en 2000 a 78.7 en 2010 y 86.9 en 2020 las viviendas conectadas a la red pública.
El incremento en esos 20 años de hogares con acceso al drenaje fue de 20.4.
En poco más de 20 puntos porcentuales se redujo el caso de viviendas sin drenaje. 25.2 de familias vivía en esas condiciones en 2000, un 11.5 en 2010 y 5.1 hasta hace un par de años, 2020.
El Censo de Población y Vivienda 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reportó un 7.3 por ciento de viviendas en Tamaulipas conectadas a una fosa séptica o tanque séptico en 2010; que subió a 8.0 en 2010 y tuvo un ligero descenso a 7.7 en 2020. Sin embargo de acuerdo con el porcentaje inicial, este aumentó en 0.4 por ciento en 20 años, lo que representa un retroceso en este rubro.
En una realidad que impacta directamente en el daño al medio ambiente, 0.5 por ciento de los hogares en el Estado descargó “en una barranca, en un cuerpo de agua o en otro lugar” su drenaje en 2000; 0.2 lo hizo en 2010 y 0.1 en 2020.
El Censo 2020 precisó que hay en Tamaulipas 1 millón 69 mil 121 viviendas habitadas.
Tamaulipas
Iluminado
En cuanto a viviendas con energía eléctrica, estas superan con casi 10 puntos porcentuales a las que tienen agua potable: son un 99.2 por ciento en 2020; eran 97.0 en 2010 y 94.6 en 2000. En 20 años la brecha se redujo en 4.7, por lo que prácticamente no hay hogar tamaulipeco sin luz.
A hoy, en las localidades con más de 100 mil habitantes, un 99.5 por ciento de viviendas tiene energía eléctrica. Mientras que en las de menos de 2 mil 500 habitantes se trata de un 96.7 por ciento.
Las familias tamaulipecas se han preocupado por mejorar las condiciones de su vivienda y en 2020 sólo un 1.5 por ciento informó que tenía piso de tierra; mientras que en 2010 era un 3.3 y en 2000 un 8.5. En 20 años un 7 por ciento dejó de “poner los pies en la tierra” y lo hizo sobre una superficie mejor.
Con piso de cemento o firme, el Censo reportó un 61.4 por ciento hasta hace 2 años, en 2020; 64.1 en 2010 y 64.4 hace 20 años en 2000. La reducción fue en 3 puntos porcentuales y probablemente se trató de un porcentaje que instaló un piso mejor.
Las familias tamaulipecas con mejores recursos que caminan en su casa sobre pisos de madera, mosaico u otro recubrimiento, eran 36.9 por ciento en 2020; un 31.0 por ciento en 2010 y 26.5 hace 20 años en 2000.
En ese lapso, un 10.4 más por ciento le pudo dar ese lujo a sus pies.
Por Magdiel Hernández
EXPRESO-LA RAZÓN.