Aunque la bandera de la marcha realizada el domingo en la capital y otras ciudades del interior fue la defensa del INE, la realidad es que esta solo fue un señuelo creado por los miembros de la oposición para protestar contra al gobierno del presidente López Obrador y defender el régimen de privilegios que perdieron con la llegada del tabasqueño a la presidencia.
Sin embargo, tratan de demeritar la iniciativa presidencial con argumentos falsos, dicen que desparecerá al instituto cuando la reforma no contempla la desaparición del organismo, tampoco que este pierda la autonomía y mucho menos que pase a poder del gobierno, todo lo contrario: propone que sea más democrático y ciudadanizado.
Actualmente los consejeros y magistrados electorales son elegidos por los partidos políticos a través de la Cámaras de diputados y senadores, mientras que la reforma sugiere que los elijan directamente los ciudadanos a través del voto, esto para restar la influencia partidista.
El proyecto legal también exige reducir al INE el presupuesto para poner freno al despilfarro de los recursos económicos y los sueldos millonarios que ganan los integrantes de la organización.
En suma, que el árbitro electoral sea auténticamente apartidista y no permita fraudes electorales como el que llevó a los Pinos de Felipe Calderón y la elección comprada por el Nuevo PRI de Enrique Peña Nieto.
Los asistentes al recorrido, Claudio X. González, Vicente Fox, Elba Esther Gordillo, Miguel Ángel Osorio Chong y Alejandro Alito Moreno, como el del dominio público, orquestaron o aceptaron y callaron, el fraude con el que llegó Calderón a los Pinos y de las peores corruptelas con las que fue saqueado al país a lo largo de décadas, saqueos que los grandes empresarios tampoco denunciaron y mucho menos salieron a la calle a condenar.
Hasta el exconsejero José Woldemberg, orador oficial del evento, recurrió a la engañifa. En el mensaje que dirigió a la sociedad afirmó que México no necesita una reforma electoral, a sabiendas de que, de acuerdo con una encuesta realizada recientemente por el propio INE, nueve de cada diez mexicanos consideran que esta debe de llevarse a cabo.
Los expresidentes Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña, no aceptan que, además de ser exhibidos públicamente como corruptos y abusivos, les hayan quitado las pensiones de cinco millones al mes y los magnates quieren recuperar las condonaciones millonarias de impuestos y otras prebendas de las que disfrutaban durante los sexenios del PRI y el PAN.
Esa es, en fondo la verdadera razón de las caminatas contra AMLO, preparar el terreno para convencer a los votantes de que es necesario sacar del gobierno a Morena en el 2024 y abrir el regreso del tricolor y el albiazul al gobierno.
POR JOSÉ LUIS HERNÁNDEZ CHÁVEZ
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