19 abril, 2025

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Incursiones de indios lipanes en Tamaulipas

Cuelgas de Castro fue el más famoso guerrero de esa tribu que asoló la parte norte de Tamaulipas, por lo que emuló las correrías que había hecho años atrás el jefe lipán Zapato Zaz

A partir de 1825 los norteamericanos movilizaron a miles de indios desposeídos hacia el poniente del Mississippi, los cuales pronto comenzaron a invadir las praderas del septentrión mexicano para cazar el bisonte, del cual dependían fundamentalmente muchas tribus indígenas de Texas.

Eso fue el factor para que entre 1830 y 1840 las invasiones de indios fueran más frecuentes en Tamaulipas. Sobre la llegada de las tribus a esta zona, se sabe que en 1750 se presentaron en Texas los lipanes en número de más de dos mil; venían de lo interior de la Lomería de San Sabá huyendo de los comanches, sus temibles e irreconciliables enemigos; “Se les admitió de paz, y permitió situar a ocho leguas del río Medina; no les pareció que ahí estaban seguros, y en 1751 se establecieron entre los ríos Bravo y Nueces”, buscando protección temporal en las misiones del Nuevo Santander.

En 1760 habitantes de San Agustín de Laredo comenzaron a experimentar las primeras oleadas depredadoras.

En 1772 don Manuel de Escandón, hijo del colonizador tamaulipeco, apuntaba que por temporadas se dejaban ver en las cercanías de Laredo algunas bandas de apaches y lipanes.

A ese merodeo inicial siguieron actos de violencia, convirtiéndose los lipanes en unos asaltantes temidos .

El gobierno español acordó medidas que produjeron mejores resultados; ellas siempre fueron para los indios de mucha energía y eficacia en la guerra, así como mucha dulzura y halagos en la paz, lo que proporcionaba admirables ventajas.

FIJAN SU TERRITORIO

A los lipanes se les fijó como línea divisoria el Río Bravo, el cual no podían pasar sin permiso del gobernador de la provincia, bajo la pena de ser tratados como enemigos.

En un periodo, la tribu respeto el acuerdo de paz y no causaron daños en sus estancias. Aunque ellos estaban en paz, sus enemigos no: a principios del siglo XIX empezaron a aparecer los norteamericanos en pueblos comanches y a comerciar con ellos.

El intercambio fue generalmente de armas de fuego por caballos que los indios capturaban de manadas salvajes o robaban en los pueblos mexicanos.

De 1815 a 1821 paso lo impensable: lipanes y comanches se unieron contra los españoles.

Tras el asesinato de comanches en 1822, la alianza se rompió y los lipanes huyeron hacia el Río Bravo. Los jefes comanches solían visitar Laredo y con frecuencia quebrantaban sus ofrecimientos de paz.

Por su parte los lipanes mantuvieron la paz hasta 1837, cuando incursionaron en amplias zonas de Nuevo León y Tamaulipas.

¿QUIEN FUE CUELGAS DE CASTRO?

Cuelgas de Castro fue un jefe apache lipán de la banda Nutria del Sol (Tche shä) cuyo territorio era la región cercana a San Antonio, Texas y la zona norte de Tamaulipas. Cuelgas nació alrededor de 1792. Era hijo de José Chiquito y nieto de José Grande, el Manco, progenitor principal de los jefes de la banda.

El apellido Castro fue otorgado de manera informal a la familia y en particular al bebé Cuelgas, por Ramón de Castro, comandante militar de las nororientales provincias fronterizas españolas de 1787 a 1792.

Los descendientes de Cuelgas conservaron el apellido Castro durante todo el siglo XIX y todavía hoy lo llevan.

Cuando tenía unos 18 años, él y otros apaches lipanes se unieron a Samuel Kemperer para atacar la ciudad española de San Antonio, Texas durante la expedición Gutiérrez-Magee en los inicios de la guerra independentista mexicana en 1812, aunque Cuelgas no participó en la posterior batalla de Medina en 1814, al contrario que otros apaches lipanes.

En 1822, Cuelgas de Castro ya era el jefe de la banda Nutria del Sol, cuando viajó a Ciudad de México con Yolcna Pocarropa para firmar un tratado con el nuevo gobierno de México.

Una disposición de ese tratado ofrecía tierras a los apaches lipanes con el fin de tenerlos “bajo los cuidados de la civilización”.

Laredo con el gobierno de México, por lo que fue comisionado como teniente coronel y recibiendo un sueldo de la República de México.

Su banda recibió regalos y alimentos en Laredo en 1827. Después de la independencia de Texas en 1836, el jefe Cuelgas de Castro, su hijo Juan Castro y los guerreros de su banda lucharon como tropas auxiliares en la milicia contra los comanches, especialmente en el ataque a un campamento comanche liderado por el coronel J. H. Moore en 1839.

En 1838, Cuelgas firmó el tratado de Live Oak Point: “tratado de amistad y ayuda mutua entre su pueblo y la República de Texas.

LÍDER DE TEMIDA BANDA

Aunque la banda Nutria del sol tradicionalmente habitaba el área de San Antonio, se trasladaban al norte de Tamaulipas y hasta más allá del río Bravo. En 1840, Cuelgas y su banda estaban viviendo en un campamento de búfalos cerca de la aldea de Estacas, Tamaulipas cuando un vecino dijo: “Yo sabía que los indios lipanes bajaban de Laredo a Estacas en una fecha tan tardía como 1840. Mataron muchos búfalos y trajeron la carne y las pieles para hacer trueque con los mexicanos; y yo recuerdo haber visto una hembra de búfalo domesticada y entrenada por su jefe Castro para seguir a su montura“.

Jean Louis Berlandier, un botánico suizo que acompañó a una expedición científica mexicana en Texas en 1828, dejó una huella escrita de Cuelgas de Castro.

Berlandier dijo que el jefe “es bastante civilizado. Castro, como se le llama, habla bien español y tiene sentido de la justicia y equidad. Castiga los males que cometen sus súbditos cuando se quejan ante él; es un hombre notable por su urbanidad y su propensión a la vida civilizada“.

Cuando Cuelgas de Castro murió en 1842 ó 1844, el liderazgo de la banda recayó sobre sus hijos Ramón Castro y Juan Castro. Ramón Castro y su ranchería se asentaron en la zona de Selma. Este sitio, que se encuentra a lo largo del Cibolo Creek, había sido originalmente un campamento de búfalos en el siglo XVIII, pero por 1846 se había convertido en una zona de asentamiento apache lipán llamado “viejo poblado lipán” por Robert S. Neighbors, Agente Indio en Texas.

En la década de 1840 y 1850, Ramón Castro y su gente vagaba, entre la zona de Selma y el Atascosa County, al sur de San Antonio mientras Juan Castro y su parte de la banda fueron al suroeste de San Antonio para evitar su traslado a las reservas, junto a otros indios de Texas. Al igual que su padre, Ramón y Juan Castro intentaron establecer una relación de cooperación entre los apaches lipanes y el gobierno de Texas.

El jefe Ramón Castro firmó el tratado de Tehuacana en 1844 con la República de Texas y una vez que se convirtió en estado de la Unión Americana, el jefe Juan Castro firmó el tratado de San Saba en 1851.

Sin embargo, ambos líderes pronto descubrieron que su cooperación podría ser utilizada por los habitantes de Texas como un medio para quitar a su tribu sus territorios.

Por Marvin Huerta Márquez

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