TAMPICO.- Martín Espinoza, es un señor de 77 años de edad. Una vez que inició la pandemia por Coronavirus en el 2020 la empresa dónde trabajaba lo despidió y nadie lo ha querido contratar.
Era empacador en una tienda de autoservicio, ahora tiene que caminar muchas horas para poder vender todas las galletas que trae en su bolsa.
«Requiero trabajo porque pago luz, renta, agua. Vendo galletas, las hace mi hija y yo las ando vendiendo, cuestan 17 pesos pero tiene canela, mantequilla y lechera».
Comentó que nadie depende de él, su hija es mayor y ella le ayuda preparando las galletas para que él salga a venderlas, pues es una manera de ganarse la vida honradamente.
Reside en la colonia Morelos, tiene que trasladarse a la colonia Echeverría para recogerlas, posteriormente regresar al centro y comenzar la vendimia, en donde muchas veces no obtiene los ingresos que le gustaría.
«Ando en todas partes, voy por las galletas a Echeverría con mi hija, yo vivo en la morelos. Vendo en el centro, ando caminando, a veces llego a perimetral caminando».
Recoge cada 8 días las galletas para venderlas hasta que se le agoten, se siente fuerte y con energía para regresar a su antiguo empleo, pues le iba bien económicamente.