Alrededor de 100 personas se concentraron en la casa de la familia Gutiérrez Galarza para celebrar la posada del niño Dios.
Esta actividad se realiza año con año y la señora Alicia Galarza abre las puertas de su hogar para que, quienes gusten acompañarlos al nacimiento de Jesús, oren, canten y rompan una piñata de picos para celebrar.
En punto de las 4 de la tarde llegaron los danzantes, vestidos de color morado, un chaleco rojo con una cruz en la espalda.
Al ritmo de un tambor y sonajas bailaban frente a todos, finalmente levantaron un estandarte con la leyenda «señor de las misericordias»
«Sentimos mucha alegría y emoción. Me dan ganas de llorar», expresó el señor Adrián Gutiérrez.
«El niño Dios se acuesta el día 26, consiste en la posada e invitamos a todas las personas que pudieran venir, ya sea de Tampico, Madero o Altamira, hubo una bonita piñata de picos, como es tradición».
Cabe mencionar que la figura de Jesús tiene más de 100 años, está hecho de madera y mide poco más de 40 centímetros.
El acto seguido fue el rezo, después el arrullo, la adoración y finalmente la posada, en donde niños y adultos cantaron afuera del domicilio para que los dejaran ingresar.
Aclaró que son varias décadas realizando esta festividad religiosa y nunca han cobrado la entrada, sino todo lo contrario, es gratis y solo piden respetar sus creencias.
«Todo corre por nuestra cuenta, los dulces los ponen los padrinos porque el niño llevó un padrino, pero lo demás corre por cuenta de nosotros».
«Siempre es un gusto recibirlos, que se mantenga esta tradición año con año y ¿por qué no? Qué vengan más personas a vivir esta experiencia, aquí solo les pedimos que respeten mi hogar».
La gente comenzó a formarse cuando sirvieron los tamales, había más de cinco ollas para que todos pudieran probar el sagrado alimento.
La familia Galarza lleva más de 60 años colocando el nacimiento del niño Jesús, en donde hay más de mil 600 figuras de todo tipo de material.
Alicia explicó que esta tradición la inició su mamá hace 60 años, pero cuando llegaron al sur de Tamaulipas decidió darle continuidad.
«Este nacimiento es dedicado a este niño Dios, tiene un aproximado de 120 años, es una reliquia para nosotros como familia, para nosotros representa la navidad».
Su esposo, Adrián Gutiérrez comentó que demoran 20 días para que el nacimiento esté casi listo, pues al niño Dios lo colocan en su pesebre hasta el 24 de diciembre por la noche y el 26 lo acuestan en la posada.
Empezaron el 10 de noviembre y poco a poco fueron colocando las figuras hechas de fibra de vidrio, yeso, madera entre otras cosas.
Llamó la atención que pusieron un mapache y cocodrilo, involucrando la fauna de Tampico.
También pusieron heno, musgo, las fuentes de agua y pedazos de tronco para sostener los niveles.
«No todos los días tenemos la oportunidad de estar de lleno porque trabajamos, por esta vez hicimos nosotros dos, hay alguien que nos echa la mano, pero por cuestión de trabajo no pudo acompañarnos».
Javier Cortés/ La Razón




