8 diciembre, 2025

8 diciembre, 2025

Aquí nos tocó vivir

CATALEJOS / MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES

El intenso frío que azotó al estado la semana pasada arrojó luz sobre un asunto que ya era urgente, pero que por la natural normalización de nuestros problemas pasó a un segundo o tercer plano en la agenda pública local.
Desde que se generó el pronostico de la helada que finalmente se cumplió, surgió la pregunta inevitable: ¿Cómo proteger a tantas familias de haitianos, venezolanos, cubanos, centroamericanos, que ven transcurrir sus vidas desde una casa de campaña en el bordo de un río, o bajo el cobertizo de algún negocio?
Las cifras las conocemos de memoria, porque diferentes medios de comunicación las hemos reportado con insistencia.
Pero de pronto, cuatro mil quinientos, seis mil, o siete mil, dejan de ser sólo números.
¿En qué albergues caben tal cantidad de personas?
¿Hay suficientes cobijas y comida caliente para ellos?
¿Cuál es el estado de salud de los más pequeños?
La obligación de las autoridades de los tres niveles de gobierno está clara: ingeniárselas para brindar todo el apoyo que sea necesario para salvaguardar sus vidas.
Y en alguna medida lo consiguieron.
No hubo reportes de migrantes fallecidos en la frontera donde por momentos se alcanzaron temperaturas de cuatro grados bajo cero.
Pero la realidad impone otra pregunta necesaria: ¿Qué deben hacer ciudades como Matamoros, Reynosa, Nuevo Laredo ante este nuevo escenario internacional?
Hasta ahora, con sus claroscuros la sociedad civil de esos tres municipios ha respondido a la altura, y las autoridades -como han podido- también han hecho lo justo necesario para que las penurias que sufren las familias migrantes no se conviertan en una crisis social.
El primer paso es comprender que este fenómeno es el gran signo de nuestro tiempos, y que el flujo migratorio no hará sino crecer.
Por su situación geográfica, Tamaulipas seguirá siendo el gran receptor de oleadas de extranjeros que buscan de manera desesperada llegar a Estados Unidos.
Y lo que corresponde es atender esta crisis con la seriedad que lo amerita.
Se necesitan más albergues, más instituciones, más recursos dirigidos a atender a las familias migrantes.
Aquí nos tocó vivir, dice el clásico.

Elección sin interés
Los partidos políticos y candidatos deberían darse por bien servidos si logran rebasar el 25% de participación en la elección del 19 de febrero.
A partir de hoy, Manuel Muñoz Cano, José Ramón Gómez Leal e Imelda Sanmiguel tendrán 45 días para convencer a la ciudadanía de participar en un proceso extraordinario que a muy pocos interesa.
Por eso, desde ahora podemos adelantar que a diferencia de la última elección, ahora registraremos un choque de estructuras, en el que no ganará el que desarrolle el mejor discurso u ofrezca el proyecto más sólido, sino quien pueda movilizar en mayor cantidad a sus bases.
Es pues, una prueba para José Ramón Gómez Leal y Morena.
Como los equipos favoritos en un mundial de futbol, tiene la pesada obligación de ganar; y cualquier resultado diferentes será visto como un fracaso.

Por Miguel Domínguez Flores

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