La división de poderes tuvo un profundo respiro de alivio ayer en México, luego de que la Ministra NORMA PIÑA fuera elegida como presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, lo que significó además una bofetada bien merecida al presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR.
Así es mis queridos boes, desde Tamaulipas el tema podría parecer lejano, pero es de la mayor importancia, porque con un Congreso de la Unión cuasi sometido a su capricho, a AMLO solo le faltaba doblar e imponer en la Suprema Corte a YASMÍN ESQUIVEL para entonces si ser alo y señor del Estado Mexicano.
Hoy de la mañanera en Palacio Nacional saldrá más odio que de costumbre, el presidente con el silencio de ayer tras la elección de PIÑA, demostró su enojo, muina que hoy ya no podrá ocultar y seguro se lanzará contra todos los que no piensan como él y sobre todo contra los medios que le “tumbaron” a la pirata de tesis ESQUIVEL.
¿Por qué la decisión de ayer es tan importante?, porque con una Corte fuera de su control, AMLO no podrá fácilmente seguir violando la Constitución, sacándole la vuelta con modificación a leyes secundarias bajo el argumento de su fallida Cuarta Transformación.
Si, me refiero por ejemplo a los temas pendientes de resolver en lo referente a la militarización del país, a los intentos de violar la norma constitucional en materia de energías limpias y la inversión privada.
Pero sobre todo me refiero al intento y obcecación de LÓPEZ OBRADOR por desmantelar al INE y hacer un nuevo instituto bajo su tutela y obviamente a modo para que Morena se perpetúe en el poder, al mero estilo del viejo PRI.
Recordemos que en el Senado está pendiente de aprobación la reforma electoral, en su llamado PlanB que entre otras cosas mútila al INE, desaparece el servicio de carrera en ese instituto, deja en manos de la SEGOB el padrón de electores, desaparece los órganos locales y quita la mitad de los recursos económicos para las elecciones, además de desaparecer los diputados y senadores plurinominales.
Todas esas disposiciones, que para una reforma constitucional requerirían de una mayoría calificada, AMLO tramposamente lo quiere lograr con su PlanB y la mayoría simple que si tiene y para que en la Suprema Corte no pasara una controversia constitucional le iba a servir la pirata de las tesis YASMÍN ESQUIVEL.
Estamos hablando de que la decisión de la mayoría de los ministros de la Corte hace frente a la amenaza velada de AMLO a zarandear la de por sí endeble democracia que vivimos en México.
Y entonces de ese tamaño fue el encabronamiento que debió haber hecho ayer al mediodía cuando se dio la elección de NORMA PIÑA, a la que contra la diplomacia entre poderes iguales, el presidente no se dignó a felicitar, como las formas mandan.
La gran pregunta que nos debemos hacer usted y yo es ¿con el descontón de ayer AMLO, un tirano en ciernes bajará la guardia, se serenará y entenderá que no es el dueño de México sino sólo su presidente o como las fieras heridas va a lanzar zarpazos asesinos?.
No me atrevo a asegurar lo uno o lo otro, porque lo cierto es que para AMLO lo de ayer le debe sentar en su realidad, que es la de un presidente que adelantó por mucho el proceso de sucesión y que está en su último tramo y por lo tanto el poder comienza a escapársele de las manos.
Pero, también puede ocurrir todo lo opuesto y que utilizando al Congreso federal y a su mayoría de gobernadores, emprenda una cacería contra la oposición que haga inviable la conformación de una alianza que se atreva a hacerle frente en el 2024.
Todo eso, la lucha por el poder y el deseo de que este sea absoluto, se da, mientras el país acelera su tránsito hacia el caos.
Ayer la noticia era que un comando entró y mató a 10 custodios en un penal de Chihuahua, mientras 25 reos, entre ellos un capo de alto nivel se fugaban.
El saldo del día uno, según las cuentas oficiales, fue de 87 homicidios dolosos y la suma llegaba ya a 143 mil en lo que va del sexenio, el más mortífero de la historia moderna.
En Nuevo León ayer las balaceras dejaban por lo menos 3 muertos y en Matamoros aún sonaban los ecos de los enfrentamientos del primer día del año.
POR MELITÓN GARCÍA DE LA ROSA




