VICTORIA, TAM.- El Caminante se topó con Don Servando por la de Morelos, y aprovechó para darle el abrazo de año nuevo, sin embargo, el señor se veía un tanto irritado. – ¿Todo bien ‘don’? – preguntó el vago reportero. – Pues qué le diré oiga… vengo que me lleva ‘la tía de las muchachas’. – ¡No me diga eso amigo! apenas va empezado el año y ya me lo hicieron enojar, ¿pues con quién se topó o qué? – Nombre, es que vengo de pagar el predial, y pues resulta que tuve que desembolsar más billete que el año pasado – dijo el viejón al momento de encender un cigarro sin filtro.
– ¡Ah caray! ¿y eso por qué? – Pues la verdad no entendí muy bien porqué, pero un vecino dice que fue porque pavimentaron una calle que va a dar mi colonia, y que por eso subió el valor catastral. –
Híjole pues ni hablar, eso de pagar impuestos nunca deja ‘buen sabor de boca’. – No, si yo no me quejo de que me cobren el predial, yo tengo más de 40 años pagando puntualmente a excepción del año que le dio el infarto a mi esposa, allá por el ’98.
– Pues ojalá todos fuéramos igual de cumplidos que usted don Servando. – Como le digo, no me ‘duele el codo’ si se tiene que pagar, pues se paga, pero pues yo la verdad no veo que se apliquen esos recursos de manera correcta ¿usted sabe cuál es la finalidad del impuesto predial joven? – preguntó el hombre expulsando una enorme fumarola de humo. – Claro jefe – respondió el Caminante – es financiar las obras en beneficio de la población, la provisión de servicios públicos y el mantenimiento de escuelas, hospitales y oficinas y otros menjurjes.
– Bueno pues eso sería lo ideal, pero pues allá en su pobre casa la calle del frente es de tierra, ¡y eso que tengo más de cuarenta años pagando el predial!, la mentada calle que pavimentaron ni siquiera llega a mi manzana, son solo cien metros y eso porque ahí vive uno que según es un político ‘muy pesado’. –
La misma historia de siempre en cada colonia… – Y mire, así como me ve de viejo, soy una persona muy observadora, porque le voy a decir una cosa, cada gobierno que llega al poder, luego luego quieren volver a re encarpetar el ‘ocho’ y el ‘diecisiete’, yo no entiendo porqué, será que a todos se les ocurre la misma sonsera, mientras que hay colonias que están en la vil chilla, ¡y si no me cree vaya a hacer un reportaje a las colonias de la periferia! – exclamó don Servando al tiempo que sacaba otro cigarro de la cajetilla. – Ahí sí ni cómo contradecirlo, en mi colonia está el drenaje colapsado desde hace años y todos los funcionarios que nos visitan siempre nos prometen ‘las perlas de la virgen’ y nomás ‘nanay’, hace como unos ocho meses fueron dizque a checar y marcaron las banquetas y cordones con números, y pues los vecinos casi lloran de felicidad, pues pensaron que después de años y años de ‘meter oficios’ a Obras Públicas, por fin se habían apiadado de nosotros y que ya iban a pavimentar, pero pues todo quedó en buenas intenciones, y eso que una regidora había estado siguiendo nuestro caso de muy cerca – mencionó el Caminante. –
Es como le digo, ¡es como le digo! los municipios tienen su presupuesto y pues otras entradas de dinero, como el predial y las famosas multas cuando se te pasa el tiempo en el estacionamiento, ¡y mire que ya andan en quinientos y pelos! total, que el pedo no es pagar impuestos, sino que en mi muy limitada opinión, no se usan correctamente.
‘Dese’ una vuelta por el sur de la ciudad o en las colonias pegadas a la sierra y verá que todo está hecho un muladar, ¡ah pero eso sí las calles del centro las vuelven y las vuelven a pavimentar! – estalló don Servando. – No se enoje amigo, le va a hacer mal hacer corajes. Mire, actualmente se viven tiempos diferentes, ahora la información es más fluida, lo cual hace que el buen o mal desempeño de las autoridades puedan ser exhibido. Lo que pasa es que falta participación ciudadanos para alzar la voz. – Eso mismo me dice mi nieta, que hay que subir videos a las redes sociales para que ahora sí ‘con los pelos de la burra en la mano’ les restreguemos a los malos funcionarios su falta de empatía a la hora de realizar la obra pública.
Imagínese… ¡la calle de mi casa está reportada como pavimentada desde hace años… y pos sigue haciéndose un lodazal cada que llueve! Don Servando volvió a afirmar que no esta en desacuerdo de pagar el impuesto predial, pero que espera que el municipio se tiene el corazón y esta vez privilegie a las colonias de la periferia a la hora de planear las próximas pavimentaciones. Ojalá que las autoridades tomen esto en cuenta. Demasiada pata de perro por esta semana.
Por Jorge Zamora