Circulan las declaraciones patrimoniales de los miembros del gabinete, la verdad es que todos guardan la información de manera confidencial, son pocos los bienes que hacen públicos.
En la era de la tecnología es más que fácil acceder a la información, casi todos los funcionarios guardan con un profundo celo lo que consideran datos confidenciales.
En los tiempos de inseguridad ese es su mayor argumento, guardar silencio sobre sus bienes personales o ingresos anuales o mensuales, no hay medida preventiva de más cuando se trata de cuidar a la familia.
Los servidores están alquilados en el servicio público, por los cual deben estar expuestos, pero sus declaraciones casi nos hablan de una vida de pobreza con pocos bienes que declarar. No hay casas impresionantes, ni autos de lujo.
Los del gabinete apenas sí tienen unas vacas, borregas, otro una motocicleta Royal Enfield, por ejemplo, que nuevas cuestan alrededor de 200 mil pesos, pero debajo de los precios que se ofertan las Harley Davidson.
También hablan de sus ingresos anuales que en algunos casos no alcanzan ni el millón de pesos, además de sus préstamos bancarios y deudas de las tarjetas de crédito. En sus declaraciones se pintan como un miembro de la clase media.
Esperemos que no se vayan arrepentir de declarar tan poco, decir que apenas subsistieron con ingresos de 60 a 80 mil pesos mensuales, cuando de la nada empiecen a sentir ganas de dejar sus casas de renta, de cambiar sus Liberty o Malibu por Tahoes, Suburbans o la Sierra de cuatro puertas.
Dicen que el amor, el dinero y lo tonto nunca se pueden ocultar, son cosas que saltan a la vista, vamos a ver si los miembros del gabinete no se equivocaron al momento de elaborar sus declaraciones patrimoniales, cuando en el futuro les agarre la fiebre de las compras, ni modo que todos se digan que son ricos de abolengo.
Así es la vida de caprichosa, hace meses conocimos a una dama que hoy es Secretaria en un carrito con placas de la Onapaffa, cuando arribaba a la dependencia no tenía ni cómo salir a una gira a la frontera por el miedo de ser infraccionada por la Policía Federal.
Tuvo que pedir una camioneta prestada, cuando se está en el poder sobra quien haga el favor y en esta ocasión no fue la excepción.
La rueda de la fortuna sigue y está por cumplirse aquello de que los matanceros del ayer serán las reses del mañana. En la administración realizan los ajustes para ir en contra de los ex funcionarios que saquearon las finanzas estatales.
Claro, los tamaulipecos esperan avances más rápidos, pero parecen respetar demasiado la ley, por lo que esperan los tiempos que marcan los códigos, pero el tiempo nunca para su marcha.
Los ex Secretarios son llamados a cuentas, no atienden los citatorios de la Contraloría, todos se dicen enfermos, pero pronto no habrá pretextos y de verdad tendrán diarrea cuando emitan su declaración ante la Fiscalía General de Justicia.
Tampoco nada frenará la recuperación del poder en el Congreso del Estado, los diputados guindos dieron pasos agigantados por la presidencia que se encuentra en manos del panista FELIX FERNANDO GARCÍA AGUIAR.
El diputado local ELIPHALETH GÓMEZ LOZANO se distingue por dos cosas, la primera es su curioso nombre por el cual no necesito un apodo de niño, pero también por ser un abogado que escudriña la ley en busca de resquicios que le permitan avanzar en sus propuestas.
Así es como presentó una iniciativa para dejar sin efecto el acuerdo que le dio la JUCOPO al PAN.
Bueno, por hoy es todo.
Adiós y aguas con los patinazos…
Por Juan Antonio Montoya Báez
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