CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Ganar menos del salario mínimo, es “el pan de cada día” de las personas que por necesidad viven del comercio ambulante.
Enero, es para ellos el mes más crítico.
Cirilo Espinoza Ávalos, es un vendedor semifijo que cotidianamente se instala en el 7 bulevar Praxedis Balboa, sobre la plaza San Marcos del municipio de Victoria.
Al ser entrevistado por Expreso relata su labor diaria como comerciante ambulante.
En su modesto puesto ofrece; nopales hasta pan de canasto. Sus clientes son los transeúntes que pasan por ahí diariamente.
Aunque es una zona muy concurrida por ser el sitio donde realizan sus paradas, las rutas de la capital, los que compran no son tantos como aquellos que transitas por este lugar, relata Espinoza Ávalos.
Al preguntarle sobre la venta o ganancias del día, señala que en ocasiones no llega ni a 200 pesos, por lo que son las jornadas más flojas de la semana que en ocasiones son hasta 4 días con ventas bajas.
Su mercancía en vender nopales, masa para tortilla, calabacita, elote desgranado, frutos, azúcar y algunos productos de la canasta básica que con ellos se venden más baratos que en tiendas comerciales, incluso hasta en fruterías.
Pero eso no es factor para amarrar ventas al por mayor, pues muchos prefieren comprar en grandes empresas que afectan al comercio local.
“Hay días que depende de lo que ofertemos, pero de ganancias a veces nos nos llevamos 250 pesos hasta 170, así la cosa, a veces mucho menos de lo que se paga por salario mínimo que este año se aumentó”.
“Los días más flojos son los miércoles, jueves, viernes y sábado dos que tres cuando es quincena, pero los lunes es cuando nos van a mejor porque el fin de semana se gastan lo del refri y el lunes vuelven a resurtir”.
Entre $1800 y $2000 (pesos) es lo que Espinoza Ávalos dice invertir para nivelar su mercancía, la que en ocasiones tarda hasta una semana en volver a reunirlos.
Más hacia el norte, en dirección al Mercado Argüelles, doña Martina vende nopales, pemoles, bolsas de verduras picadas y otros pocos artículos más para la cocina.
Platica que en ocasiones vuelve a su hogar después de una larga jornada, de hasta más de 10 horas, con muy poco de ganancias, que sin embargo, se “empareja” cuando son días de pago o fin de mes.
“Hay veces que nos llevamos más de 600 pesos, pero son pocos esos días; básicamente sacamos lo del día, que es casi la mayor parte de la semana”.
“Pero esos días buenos, los aprovechamos en todo lo que se pueda para emparejarnos con otros malos, y aquí nos tiene, ya nos conocen como los ¡llévele, llévele!”.
Sobre la cuadra del 7 Morelos y Matamoros, se instala Raúl Álvarez, quien junto a su madre, desde hace 30 años venden productos entre los que destaca el pan artesanal y la miel de abeja.
Su situación es parecida al de Cirilo y doña Martina, al detallar que hay días que no sale ni la inversión, pero así es el comercio y más porque es muy volátil según los días, sin embargo señala “no les queda de otra”.
“Más que salir a chambear y no agüitarse, porque siempre ha sido así, antes nos quejábamos que todo subía menos el sueldo, y ahora subieron los sueldos y también todo sube otra vez; es algo que no se va a acabar y que solo nos queda seguir emparejarnos”.
Por Antonio H. Mandujano
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— Expreso (@ExpresoPress) October 17, 2022




