A la bancada panista en el Congreso de Tamaulipas le salen grietas por todos lados.
La evidente división al interior de ese grupo parlamentario es además, un reflejo de lo que ocurre en todos los niveles del partido.
Las tribus azules se declararon la guerra y las hostilidades serán cada vez mayores, conforme se acerque el inicio del proceso electoral del 2024.
En el fondo, lo que vive el PAN en Tamaulipas es una guerra desde diferentes frentes para arrancarle a los cabecistas el control del partido.
Así puede leerse lo que ocurre en el Poder Legislativo de Tamaulipas.
La bancada de Acción Nacional está dividida entre quienes guardan abyecta fidelidad al ex gobernador, y quienes buscan quitarse la marca de los cuernos.
Ninguna de las dos diputadas que se han puesto a la cabeza de esta suerte de rebelión podría ser acusada de haber llegado a ese partido con la novedad de los “vientos de cambio”.
Tanto Sandra Luz García Guajardo como Mireya González Zúñiga -matamorenses ambas- pueden presumir de tener un sólido pasado panista, que viene desde mucho tiempo antes de que los Cabeza de Vaca se adueñaran del partido.
Lo mismo puede decirse, por cierto, de la diputada porteña Nora Gómez, a quien intentan cuestionar por haber participado en la fotografía oficial de la sesión de apertura.
Esta especie de raigambre blanquiazul no es un asunto menor, sobre todo si se considera que algunos de los diputados que siguen a ciegas los designios de Cabeza de Vaca -transmitidos por el “Cachorro”-, desconocen las luchas democráticas que libraron panistas históricos del sur de Tamaulipas.
Para más señas: ¿cuáles son los méritos políticos de legisladores como Ángel Covarrubias o Carlos Fernández, más allá de ser los que más fuerte gritan en el ala derecha del Palacio Legislativo?. ¿Cuáles, sus aportaciones a la vida pública de la entidad?.
La interna por la Jucopo
Como si el poder fuera su gran debilidad, ayer la bancada de Morena volvió a dar muestras de fricciones, que podrían detonar en un enfrentamiento interno por la presidencia de la Junta de Coordinación Política.
Para ello, quienes suspiran por esa posición, tendrían que convocar a una reunión en la que se remueva a Úrsula Salazar Mojica como coordinadora del grupo parlamentario.
Humberto Prieto, de Reynosa, es mencionado con insistencia como una posibilidad.
A su favor pesa el protagonismo que ha adquirido en la Legislatura a la hora de los debates parlamentarios; en contra, su extrema cercanía con Maki Ortiz y el alcalde de Reynosa.
Otra posibilidad que circula en los pasillos del Congreso es que esa posición recayera en el matamorense, Isidro Vargas, actual presidente de la Mesa Directiva.
Todo eso, claro, son suposiciones, porque en este momento, la tampiqueña se mantiene como la coordinadora y difícilmente dejará ir esa posición, que para ella representa la mejor plataforma política de cara a su proyecto político de llegar a la Presidencia de Tampico en el 2024.
El desarrollo de N. Laredo
El Gobernador Américo Villarreal Anaya estuvo ayer en Nuevo Laredo, donde se reunió con empresarios, funcionarios y con el congresista Henry Cuellar.
Sobre la mesa, el gran tema fue la ampliación de los cruces internacionales y la modernización de los puentes, para consolidar ese puerto fronterizo como el más importante del país.
El fin de semana, por cierto, el gobernador volverá al sur de Tamaulipas para encabezar un encuentro con los alcaldes de la zona conurbada.
Por Miguel Domínguez Flores