Los excesos en el ejercicio de poder en Tamaulipas alcanzaron su mayor intensidad durante los últimos años del gobierno panista, pero finalmente la obsesión por retener los hilos de poder empezó a disiparse con los resultados del proceso electoral favorables a Americo Villarreal Anaya, validados por el Poder Judicial Federal luego de un largo y tenso litigio.
Pero ahora estamos en los tiempos de despresurizar una atmósfera política altamente polarizada, de restañar las heridas y de eliminar cualquier rescoldo del manejo absolutista del aparato de poder que se prolongó hasta el último de septiembre del año pasado.
Por eso es importante el evento que tuvo lugar en Tampico, y más allá del anuncio de acciones y obras de gobierno, ayer quedó claro qué pone en práctica un nuevo estilo personal de ejercer el poder, que busca ser diferente al que mantuvo en vilo a Tamaulipas durante los últimos años.
Los abusos que marcaron al quehacer político y que se recrudecieron durante la competencia electoral entre Morena y el Partido Acción Nacional, dejaron de funcionar y todo indica que está en marcha la restauración de la convivencia democrática y el retorno a la legalidad y a la vida institucional,
No es casual que Villarreal Anaya y su gabinete hayan celebrado en la zona sur de Tamaulipas una reunión que tuvo como actores principales a los alcaldes panistas Jesús Nader, de Tampico; Alejandro Barrientos, de Aldama, y Gabriela Verlage, de González, los tres en la misma mesa con los morenistas Armando Martínez, de Altamira y Adrián Oseguera, de Madero.
La soberbia y los excesos de antaño, aquel generalizado ambiente de tensión donde prevalecía el principio de “estas conmigo o contra mí”, quedaron atrás, como un mal recuerdo.
Ayer, los cinco alcaldes. el gobernador y su gabinete se sentaron a la mesa. hablaron de los proyectos y urgencias de sus comunidades, de la necesidad de trabajar en un solo frente, y más allá de cualquier diferencia, cerraron el capítulo de una etapa política contaminada por la obsesión de perpetuar en el poder a una corriente política.
En la lectura detenida de lo que ayer transcurrió es importante destacar la relación cordial y respetuosa entre el gobernador Américo Villarreal y el alcalde de Tampico, Jesús Nader, hoy por hoy el representante más destacado del panismo tamaulipeco, con lo cual queda claro que cuando la competencia política termina la obligación es gobernar para todos,
Se genera la percepción de que las cosas en Tamaulipas van cambiando y que los protagonistas principales del momento político están decididos a dejar atrás los días de las campañas negras y de las amenazas resumidas en frases desafortunadas como aquel “tengo de todo para todos “.
Esperemos que encuentros como el de ayer, se extiendan por los próximos años y que en la víspera de una intensa actividad política por la elección de febrero próximo y por el arranque de la batalla por el poder del 2024, prevalezca la civilidad y el respeto.
Un Estado tan golpeado por más de una década de violencia y por un sexenio que tuvo un lado oscuro que abrió tantas heridas, requiere ahora de políticos que sepan coexistir y trabajar de la mano para resolver los grandes problemas que saturan la agenda pública tamaulipeca.
Golpeteo entre corcholatas
El Secretario de Gobernación, Adán Augusto López fue objeto de duras críticas por el apoyo que recibió en un video por figuras del fútbol mexicano.
La embestida en redes sociales coincide de manera paralela a la presencia del Canciller Marcelo Ebrard.
Mientras Claudia Sheimbaum se recupera de la embestida por los recientes accidentes en el metro de la ciudad, los otros dos punteros compiten encarnizadamente por el mayor número de likes.
Por Alfonso García Rodriguez