Agradecidos con AMLO que visite Tamaulipas, pero ha sido demasiada la mala suerte de los últimos años que la paisanada espera algo más. Insistimos en que el apoyo ordenado desde palacio nacional es mínimo y quizá nulo donde se requiere. En este sentido no es ocioso recordar la mezquindad de Rogelio Ramírez de la O, el secretario de Hacienda quien, a pesar de las instrucciones de su jefe, dio la espalda a la administración morenista encabezada por Américo Villarreal Anaya.
Muy lamentable que algunos funcionarios federales “no jalen parejo”, parecen adversarios de la 4T, sea decididos a poner en evidencia la palabra presidencial sin medir consecuencias como la pérdida de confianza. No es secreto los gravísimos problemas afrontados, sobre todo por sectores marginados de algunas de las ciudades más importantes carentes de infraestructura que permita la prestación ideal de servicios públicos.
La degradación urbana se acumuló por sexenios hasta convertirse en desgracia ciudadana. Las autoridades actuales son las primeras en reconocer que Tamaulipas requiere de cirugía mayor a efecto de recomponer el desastre dejado por regímenes cuyo objetivo no fue precisamente cumplir las engañosas promesas que les valió obtener el poder, y las evidencias están “a la vista del portador” en las irregularidades denunciadas recientemente.
No es exagerado decir que Tamaulipas quedó hecho “un tiradero” tras padecer todo lo que sabemos, ello significa que AVA y sus funcionarios tendrán que multiplicar tiempo y esfuerzos para sacar adelante la responsabilidad comprometida, pero imposible lograrlo sin el respaldo superior que lamentablemente hasta ahora no se refleja en hechos concretos. Y ni modo que sea invento cuando permanecemos semi abandonados en lo esencial.
Lo cierto es que tras modificar el itinerario original por la frontera y salvo cambios de última hora, AMLO visitará este viernes ciudad Victoria para cumplir una agenda que al momento de escribir estas líneas era confusa, cuando menos para el columnista que no tiene el privilegio de recibir información oficial de primera mano.
Por lo que sabemos AMLO manejará asuntos federales más que locales, por lo que es de suponer que Tamaulipas quedará en las mismas por más optimismo, entusiasmo y alegóricos discursos que adornen su presencia. En este caso creemos que se trata más bien de respaldo político y no material que es el que urge. Ojalá y alguien le informe que el gobierno estatal se vio en la necesidad de solicitar 2 mil 500 millones de pesos a la banca privada para solventar gastos impostergables del fin de año después de que el secretario de Hacienda rechazó anticipar participaciones pese a la promesa presidencial de ayudar a los tamaulipecos que, ahora, estamos obligados a pagar cuantiosos intereses a agiotistas profesionales. Diga si no hay razón pa’ encabronarse.
Sabemos y entendemos de los serios problemas que el Presidente de México debe atender y resolver, sin embargo por acá también tenemos hambre y sed de justicia social, es decir, derecho a mejor calidad de vida. Y no es reclamo, “nomás recordatorio” como dijo aquel.
AMOR APACHE
Alejandro Moreno Cárdenas, Marko Cortés y Jesús Zambrano parecen novios de secundaria. Hacen berrinche, se enojan y dejan de abrazarse con la misma facilidad con la que vuelven a consentirse, apapacharse y mostrar todo el cariño de que son capaces en tiempos de cólera. Y todo por la maldita ambición de seguir pegados a la ubre presupuestal, sea mamando a costa de los contribuyentes y gracias a la complicidad del INE.
El amor entre PRI, PAN y PRD es tan frágil como su futuro y sus dirigentes saben que está en riesgo el negocio de la simulación considerando el rechazo popular incontenible. Imposible que sobrevivan como activistas de la corrupción, el saqueo y la inmoralidad política que azotó a México desde Miguel de la Madrid hasta el recién “abandonadito” Enrique Peña Nieto.
Cierto, algo alcanzarán en los próximos repartos de cargos de elección porque el INE lo permite y es lo que disputan, aunque motivos no faltan para negarse el saludo. Primero fue “Alito” quien por el apoyo a la permanencia del ejército en las calles fue criticado por Marko y chucho. Ahora éste último se en muina debido a que lo marginan de los regalos electorales previstos para el 24, aunque al parecer el enojo duró poco. Y es que olvidando el berrinche horas después aceptó tomarse la foto de la reconciliación que como sabemos, suele ser pasional en obscuras alcobas. Es el grado de comicidad que practica la oposición.
Lo que no entienden es que ya los alcanzó el destino.
SUCEDE QUE
De cualquier forma, sea usted bienvenido y feliz estancia.
Y hasta la próxima.
Por Max Ávila