El último día de enero, el Inegi dio a a conocer la estimación del Producto Interno Bruto de México para 2022, donde lo destacado es la tasa de crecimiento de 3 por ciento que, si bien puede resultar baja considerando la coyuntura internacional actual, resulta ser una tasa muy significativa, sobre todo cuando el riesgo de que nuestro vecino del norte entre en recesión continua latente.
Con este resultado, la actividad económica del país se recupera de los efectos económicos que representó la pandemia. El sector primario, representado por las actividades agrícolas y ganaderas, junto con el sector manufacturero, son los principales motores del crecimiento en México.
Es de destacar que el tercer trimestre de 2022 fue el de mayor crecimiento económico, incluso por arriba del cuarto trimestre, que tradicionalmente se considera el más dinámico del año. Esta desaceleración que se observa para el cuarto trimestre de 2022 podría deberse a la vulnerabilidad de la economía norteamericana. Lo que por cierto se ha estado reflejando en una destacada apreciación de la moneda nacional con respecto al dólar. De hecho, el anuncio
de incremento de tasas en los Estados Unidos ha sido tomado de manera muy positiva por parte de los mercados financieros, que ven en México un país con buenas finanzas y un manejo adecuado de la política monetaria.
Al revisar el comportamiento de la economía mexicana formal, a través de las estadísticas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), se identifica que desde abril 2021 se presentó un comportamiento favorable en la creación de este empleo, en donde alcanzó su máximo en febrero 2022, con una tasa anual de crecimiento de 5.1 por ciento, sin embargo, este indicador se desaceleró, de tal manera que, para diciembre, la tasa de crecimiento era de 3.7 por ciento.
Si bien es cierto que ha crecido el empleo formal eventual más rápido que el permanente, este último se ubicó en 2022 en niveles de 3.3 por ciento. Este resultado es importante, debido a que la generación de empleo formal conlleva mejores condiciones laborales.
En el caso del estado de Tamaulipas, durante el periodo post pandemia, 2022 fue el año con menor crecimiento en el empleo formal. En marzo se observó una tasa de crecimiento de 4.75 por ciento en el estado, sin embargo, al igual que en el entorno nacional, esta tasa se contrajo de manera drástica, a niveles de 0.75 por ciento durante 2022. De igual manera, la generación de empleo formal permanente se ubicó en niveles de 0.35 por ciento durante este último año. Es muy probable que este resultado sea producto de la desaceleración de la economía norteamericana.
Tendremos que estar atentos con lo que sucede con nuestro vecino, debido a que podría presentar efectos importantes, principalmente en los municipios fronterizos. Usted, ¿qué piensa?
POR JORGE ALBERTO PÉREZ CRUZ