CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- Con más de un año sin bajar a la ciudad y convivir sólo con sus vacas, mula, perros y gatos a más de mil 770 metros de altura sobre el nivel del mar, Don Horacio se ha convertido en un “salvavidas” para aventureros que osan recorrer la ruta de La Reja, uno de los senderos con mayor dificultad en centro del estado.
Horacio López Torres es el nombre del propietario del rancho “El Tejocote” lugar donde se localiza la famosa cruz, destino final de la citada ruta.
Pese a que la mayoría de su vida la ha pasado en la montaña, es conocido en Alemania, Estados Unidos y otras partes de Europa por ser un guía de importantes investigadores.
Para todo aquel que ha recorrido la ruta de La Reja, es obligatorio parar con Don Horacio, que con gusto comparte un poco de café y agua recién obtenida de manantiales de la sierra así como ofrece descanso después de escalar 9 kilómetros.
“Les caigo bien (senderista) llegan aquí a comer, a tomar café que yo los invito y ellos también me traen cosas como; comida, refrescos, galletas, tengo muy buenos amigos que en ocasiones me llaman para ver que me falta”.
Vivir tanto tiempo alejado de la ciudad podría ser complicado para la mayoría de las personas, ya que además de carencias y bondades de la montaña, en las noches es común que sufran ataques de jaguares, osos y pumas, que ha documentado con fotografías.
“Tengo mucho sin bajar a Victoria cuando no tengo que comer, en ocasiones me encaminan la comida y yo los encuentro para subir los
víveres y para moverme sólo tengo una 4×4 que es mi mula la “Cheli”.
Guía de investigadores
Alemanes, Suizos y Gringos
Además de las constantes visitas de deportistas, Don Horacio se “codea” con importantes investigadores extranjeros como paso el fin de semana pasado, que científicos de Suiza se trasladaron a su rancho para pedir ayuda.
“Se enteraron porque me conocen en Alemania porque son biólogos y vienen buscando entre otras cosas las biznaga mammillaria y vienen conmigo porque yo sé dónde se encuentran”.
El hombre de 69 años dijo que es común que lo busquen biólogos extranjeros que se trasladan a su rancho para buscarlo ya que señala que solo él sabe el lugar correcto donde hallar cada flora.
Su rancho está construido con placas de 1930.
Aunque actualmente Don Horacio es el propietario del rancho el Tejocote, este tiene más de 100 años de existir y fue construido por sus padres y sus tíos con madera de la región y un toque especial en el techo.
El cien por ciento del techo podría parecer a lo lejos como tejas de barro, pero al acercarse se puede percatar que son placas de automóviles antiguos de todas partes del mundo, las cuales son mucho más gruesas que las de hoy en día.
Por Raúl López García
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— Expreso (@ExpresoPress) October 17, 2022
