15 diciembre, 2025

15 diciembre, 2025

Oposición descalabrada

A toro pasado, la narrativa del proceso electoral seguramente girará en torno a la escasa votación y al cumplimiento del pronóstico generalizado que daba por hecho una victoria de Morena pero tal vez la lectura más interesante sea que la jornada fue un laboratorio donde quedó en claro que la geografía política de Tamaulipas ha cambiado.

Por lo pronto tendrán los observadores políticos que valorar cuatro circunstancias:

1.- Cuatro meses después del cambio de gobierno las tendencias electorales no reportan grandes cambios y los resultados dejan en claro que la decisión de una buena parte de los tamaulipecos que votaron por Morena en junio del 2022 mantienen sus preferencias.

2.- El panismo tendrá que iniciar un severo proceso de autocrítica, recapitular sobre los excesos de poder que se cometieron durante el cabecismo por su tremendo impacto en un electorado que de manera contundente le expresó su rechazo el domingo pasado.

3.- Más que el fracaso enorme de la candidatura de Imelda San Miguel, los panistas, si quieren recuperar los espacios perdidos, tendrán que convencerse de qué hay que sacudirse los lastres políticos que se encuentran incrustados en la cúpula estatal de Acción Nacional , herencia de un grupo que abuso del poder. Con propios y extraños. La fragmentación del PAN es un hecho y su rápido desmoronamiento dejará a la militancia real la tarea de reconstruirlo desde sus escombros.

4.- El domingo se sepultó y tal vez para siempre, a un priismo agonizante, los restos de una poderosa estructura que gobernó durante ochenta años Tamaulipas y quedó arrinconado en un vergonzoso quinto lugar, muy atrás de Morena, Acción Nacional, el Partido del Trabajo y el Partido Verde.

La elección de ayer, cuya realización solamente se justifica por el mandato constitucional, dejó en claro que no era necesario el despilfarro de 100 millones de pesos más los gastos subrepticios que realizó cada candidato.

Queda en entredicho el INE que fue incapaz de movilizar al electorado, y peor aun, de conducir un proceso electoral que estuvo a punto de colapsar por la ausencia de los funcionarios designados.

Falta aún ver las consecuencias en el mediano y largo plazo, un reacomodo de fuerzas que podrán dejar de padecer el síndrome de Estocolmo y tendrán motivos para liberarse de las ataduras y presiones que pervirtieron su vida institucional.

En un plazo no tan largo veremos también el impacto de estas elecciones en el proceso electoral que tendrá lugar en 2024 y que empieza desde ahora con un despliegue de las fuerzas políticas.

Suena como una mala premonición pero hay motivos para suponer que se pondrá en marcha una embestida colérica de los perdedores, capaces de llegar a los peores extremos y de consecuencias catastróficas si el estado y la Federación no lo previenen.

El gobierno de extracción morenista tendrá que fortalecer su estructura política, sanear los resortes de los cuales depende la gobernabilidad para enfrentar lo que será su prueba de ácido: mantener en paz y evolucionando a un Estado que ya ha sufrido demasiado por la violencia delincuencial y la perversidad política.

Nada fácil el desafío si se considera que Tamaulipas está inmerso y es zona estratégica para las fuerzas políticas y económicas que se disputan el país y que ven en esta esquina del noreste una zona estratégica para sus proyectos, sean legítimos o ilegítimos.

La encrucijada de JR
Una vez con el triunfo en la bolsa, José Ramón Gómez Leal tiene la oportunidad de dejar en claro de que es un político con personalidad propia, fiel a quienes le han depositado su confianza. Por sus lazos familiares y las historias que se cuentan, permanecerá bajo el escrutinio público.

José Ramón Gómez Leal debe también crear una plataforma propia, de acuerdo al librito de la 4T. El reynosense tendrá que demostrar que hay congruencia entre lo que hizo como funcionario público y lo que hará ahora como senador de la República.

El pasado proceso fue fácil, pero en otro de mayor magnitud una lluvia de lodo sin ideas claras y contundentes le pueden dinamitar todo lo logrado.

Por Pedro Alfonso García Rodríguez
@pedroalfonso88

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