Amada por muchos, temida por muchos más, la ruta de “La Reja” es una auténtica joya enclavada en uno de los puntos más altos de la Sierra Madre, sin embargo debido a su nivel de exigencia y dificultad pocos se atreven a recorrerla a pie o bicicleta. Para los que aceptan este desafío, les esperan 10 kilómetros de caminata.
Se inicia con 500 metros de elevación al nivel de mar y se eleva hasta los mil 770. En ese punto llegar a la cruz parece ser la gloria, la cual se puede leer la frase en latín “Prevenis ad locum defatigatus corporis; sed cum confortatum spiritum revertis”: “Llegas a un lugar con el cuerpo cansado pero regresas con el espíritu fortalecido”. Por sus características, este recorrido no es para novatos y es necesario gozar de cierto nivel físico, además de preparación como el portar agua, algún alimento dulce, calzado y ropa idónea, además de un bastón.
Otra recomendación es siempre ir acompañado de una persona que sepa el recorrido, ya que en ciertos puntos el camino se divide y si no se no se sabe por dónde ir es fácil perderse entre la sierra.
Para llegar a esta ruta, es necesario trasladarse al “Cañón del Novillo” a seis kilómetros después de la pedrera, la cual puede ser una caminata bastante sencilla o recorrerla en automóvil hasta llegar a una reja a mano izquierda.
Una vez empieza la subida se pueden apreciar hermosos paisajes con planicies ocasionales que sirven de descanso y bastante sombra, y en cuanto más se eleva el camino se aprecia el cambio de vegetación de semi-árido a bosque y pinos.
Si bien en alguna época del año se puede ver formado una represa o venero en el cual se puede recargar de agua, es importante llevar al menos dos litros por personas ya que el esfuerzo es bastante fuerte y puede ocasionar deshidratación.
Aunque es muy fácil perderse en este sendero, la verdad es que existe un ranchero que siempre está dispuesto a ayudar Don Horacio, el cual se ha convertido en guardián del bosque y salvavidas de todo aquel que llegue a su rancho “El tejocote” el cual es el último punto antes de la cima.
La última tirada, después de el rancho El Tejocote, es la más difícil, ya que para llegar a la cruz, se necesita mucha resistencia y ser sumamente cuidadoso.
POR RAÚL LÓPEZ GARCÍA