Tener visión de estado significa tener una comprensión clara y amplia de los asuntos y desafíos que afectan a una nación y una capacidad para desarrollar estrategias a largo plazo para abordarlos de manera efectiva. Esta visión implica un enfoque en el bienestar general y a largo plazo del país y su población, en lugar de intereses individuales o de corto plazo.
Los líderes políticos y los funcionarios públicos que tienen una visión de estado tienen una perspectiva amplia y profunda sobre las necesidades y oportunidades de su país y una comprensión de cómo abordarlas de manera efectiva a través de políticas y programas bien diseñados y ejecutados. También pueden prever los desafíos futuros y desarrollar planes para enfrentarlos de manera proactiva.
En realidad, los políticos con visión de estado pueden provenir de diferentes ideologías políticas y tener diferentes creencias. Lo que los une es su enfoque en la planificación y la implementación de políticas que buscan el beneficio a largo plazo de su país y su población, en lugar de tomar decisiones basadas en intereses partidistas o a corto plazo.
Es cierto que muchos líderes políticos con visión de estado han permanecido en el poder durante largos períodos de tiempo, sin embargo, la duración en el poder no es necesariamente un requisito para tener una visión de estado o implementar políticas públicas a largo plazo.
Es posible que un régimen democrático dificulte en cierta medida la implementación de políticas a largo plazo. Esto se debe a que los gobiernos democráticos suelen estar sujetos a ciclos electorales y a cambios de liderazgo más frecuentes, lo que puede dificultar la continuidad de las políticas y la toma de decisiones a largo plazo. Sin embargo, es importante señalar que un régimen democrático no es incompatible con la visión de estado y la implementación de políticas a largo plazo. De hecho, muchos países democráticos han logrado implementar políticas públicas a largo plazo y tener líderes con visión de estado.
Para lograrlo, es necesario contar con instituciones políticas sólidas, como el poder judicial independiente, una prensa libre, una sociedad civil activa y una ciudadanía informada y comprometida. Estas instituciones pueden ayudar a garantizar la transparencia, la rendición de cuentas y la estabilidad necesarias para implementar políticas a largo plazo. Si un país tiene instituciones débiles, una sociedad civil floja y gobernantes sin verdadero liderazgo, es mucho más difícil que se pueda implementar una visión de estado a largo plazo con éxito, pero no es imposible.
POR MARIO FLORES PEDRAZA