Tienen cargos diversos en la administración estatal, pero su trabajo se realiza en áreas en las cuales recae la responsabilidad de implementar una estrategia de atención a la sociedad y ahora están bastante activos.
Algunos están en el primer nivel y otros en posiciones de segundo y tercero, pero todos tienen algo común: Pertenecen a la organización llamada Avanzada Tamaulipeca, que desde los meses previos a la campaña trabajó en favor del proyecto que se convirtió en gobierno con Américo Villarreal Anaya a la cabeza.
La Avanzada surgió como una agrupación de la sociedad civil, con integrantes identificados con Villarreal Anaya y rápidamente formó comités ciudadanos en los 43 municipios de la entidad, que fungieron como una estructura alterna a la de Morena. Sobre la asociación se soportó buena parte del trabajo territorial y el establecimiento de alianzas que le permitieron a Américo lograr la votación con la que ganó los comicios el año pasado.
Así, con el triunfo en las urnas y la inercia tras esos resultados, la Avanzada Tamaulipeca se fortaleció y amplió más su influencia hacia adentro y afuera del grupo que llegó al gobierno. Hábilmente se ha mantenido alejada de la estructura formal de Morena y con discreción se mueve en bloque para lo que viene siendo el mayor compromiso de la Cuatroté en Tamaulipas: El proceso electoral concurrente de 2024.
Además de ganar posiciones en la administración estatal -las secretarías de Bienestar, Turismo, la de Desarrollo Urbano y el Instituto Tamaulipeco de la Juventud, por mencionar solamente algunas-, la organización consiguió para los suyos numerosos cargos de segundo y tercer nivel, como varias delegaciones regionales y municipales de la Secretaría de Bienestar y otras dependencias, desde donde se está impulsando a algunos integrantes de la Avanzada, para que comiencen a figurar y a buscar espacios en los procesos electorales del próximo año.
De esta forma debe entenderse que en la zona sur, Marcelo Abundis, el coordinador regional de esa dependencia, tenga la libertad para moverse en actividades que exceden de sus responsabilidades de conocer las necesidades de la gente y atenderlas, de acuerdo con el catálogo de programas sociales que tiene la Secretaría de Bienestar estatal.
Abundis es el titular de esa institución en el sur de Tamaulipas, aunque su enfoque está puesto en Altamira, el municipio con la mayor extensión territorial, con el más alto porcentaje de población en la zona rural, con la más alta marginación social y con una dispersión tan amplia de comunidades que la convierte en un sitio en donde los programas asistenciales pueden aliviar carencias, pero también generar rendimientos políticos.
Hay quienes consideran al delegado regional de Bienestar como una de las cartas de la Avanzada Tamaulipeca para hacer fuerte a Morena con nuevos cuadros, especialmente porque el partido se ha ido desdibujando a nivel municipal justo después de que se eligieran candidatos a la Alcaldía y diputaciones en 2021. La fuerza del morenismo se explica por el crecimiento de la llamada Avanzada, pero en particular por la mezcla heterogénea de grupos sociales y políticos que llegaron del PRI y otros tantos del PAN, para formar un ente amorfo.
Por eso el éxito de la Avanzada ha sido tal en Altamira que si se van acomodando las cosas, en unos meses no se duda que Abundis sea considerado casi seguro aspirante a una diputación local, en preparación para dentro de 3 años buscar suceder a quien sea Alcalde.
Ése es el Plan “B”, por supuesto, porque en primera instancia tienen en la mira la nominación por la Alcaldía, si las cosas no se le dan bien a Armando Martínez, quien sigue teniendo buenos números en cuanto a aceptación general, pero a quien el desgaste natural por el ejercicio del poder, los compromisos que se han ido quedando sin cumplir en el camino y el resquemor de los diversos grupos políticos que lideran los exAlcaldes, pueden complicarle el proceso de obtención de la candidatura.
Otro de los casos de estos movimientos de la Avanzada Tamaulipeca es el de subirse al tren de las “corcholatas” presidenciales, es decir, de los aspirantes a obtener la candidatura de Morena: Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y hasta Adán Augusto López.
La agrupación ha hecho abiertamente actividades en las que la principal figura de esta carrera interna del partido es la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, lo que marca su ruta y su apuesta en 2024. En ese tránsito es que la agrupación extra partidista está buscando convertirse en la verdadera impulsora de nuevos cuadros para fortalecer el proyecto de la Cuatroté en Tamaulipas.
¿Y en los otros municipios de la zona sur? Bien, pues aunque es el representante de la Avanzada Tamaulipeca y ostenta el cargo de delegado municipal en Ciudad Madero, el ex diputado priísta Claudio de Leija confía en que puede conseguir la nominación por la Alcaldía, aunque en ese proceso está en evidente desventaja frente al diputado federal Erasmo González Robledo, hasta ahora el más visile y más fuerte aspirante morenista a suceder a Adrián Oseguera Kernion.
Sin embargo, de Leija confía en que de aquí a que se realicen las encuestas y se tomen las decisiones, podría mejorar su posicionamiento y también sus números, para aspirar a ser competitivo. Todavía tiene tiempo para eso.
Mientras, en Tampico, aunque son un varón y tres las mujeres que aspiran -el coordinador de asesores del gobernador, Alejandro Rábago Hernández, la diputada Úrsula Patricia Salazar, la ex diputada priísta Olga Sosa Ruiz y la regidora Mónica Villarreal Anaya-, la Avanzada no tiene a un representante en sí, que formalmente tome esa posible nominación.
Sin embargo, es claro que la edil tampiqueña es indudablemente la propuesta que la agrupación puede considerar al momento de proponer las candidaturas si la condición de género establece que sea para una mujer y en caso contrario, el elegido podría ser Rábago. Claro, faltan meses y muchas cosas pueden pasar, pero el panorama no parece que pueda variar mucho, aunque uno nunca sabe.
POR TOMÁS BRIONES
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