El 25 de marzo, Vladimir Putin anunció un acuerdo para de desplegar armas nucleares tácticas en Bielorrusia, país colindante con Ucrania y con tres miembros de la OTAN Polonia, Lituania y Letonia. Según él, esta acción no viola los tratados de no proliferación de armas nucleares. Su objetivo es contar con silos que puedan albergar misiles de corto alcance en julio de este año.
Se conoce como un arma nuclear de corto alcance, a aquella que ha sido diseñada para ser utilizada en un campo de batalla contra objetivos específicos, Teóricamente tienen un impacto localizado, pero las ojivas tácticas modernas tienen un rendimiento de decenas de kilotones, mucho mas potentes que las usadas en Hiroshima y Nagasaki.
Esto sucede apenas a un mes de anunciar la suspensión del último acuerdo para el control de las armas nucleares con EE. UU., el tratado Nuevo START, (Tratado de Reducción de Armas Estratégicas) que trata de prevenir una guerra nuclear en él se limitan la cantidad de ojivas nucleares estratégicas que ambos países pueden desplegar y otorga a cada uno el poder de inspeccionar al otro para asegurar su cumplimiento.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se ha concretado a decir que está “preocupado” por la posibilidad de que Rusia envíe armas nucleares tácticas en territorio bielorruso.
Leon Panetta ex jefe de gabinete del presidente Bill Clinton, jefe de la CIA y secretario de Defensa durante el gobierno de Barack Obama, la ha llamado “guerra por encargo” (proxy war), es decir, los Estados Unidos (respaldados por la OTAN) en guerra en contra de Rusia, con Ucrania como campo de batalla.
Además, Zbigniew Brzezinski, quien fue el asesor de seguridad nacional de Jimmy Carter, dijo en su libro Gran Tablero Mundial de 1997 que Ucrania era un “pivote geopolítico”, y si se incorporaba a la OTAN y con el control occidental debilitaría tanto a Rusia que podría mantenerla bajo control, e inclusive la pudiera llevar a su desmembramiento, de ahí su importancia estratégica para todos.
Por otro lado, agencia de noticias norcoreana KCNA anunció que «Los días 18 y 19 de marzo ha tenido lugar un simulacro táctico combinado para reforzar su capacidad de disuasión de guerra y contraataque nuclear del país» este incluyó, de acuerdo a la agencia, el simulacro de lanzamiento de un misil balístico táctico con una ojiva nuclear. Anteriormente el 14 de marzo había lanzado 2 misiles de corto alcance en el mar de Japón.
Otro evento importante en esta guerra fue la visita del presidente chino, Xi Jinping a Rusia, con un plan de 12 puntos para lograr la paz en el área, dentro de ellos están: 1- Respeto a la soberanía de todos los países y a su integridad territorial. 2- Abandono de la mentalidad de guerra fría, así como el respeto a las legítimas preocupaciones de seguridad de los países, 3. Cese de hostilidades.4. Reanudación de las conversaciones de paz, 5. Resolver la crisis humanitaria, 6. Proteger a los civiles y a los prisioneros de guerra, 7. Mantener la seguridad de las centrales nucleares, 8. Reducir los riesgos estratégicos, esto es; oponerse a la amenaza del uso de armas nucleares. 9. Facilitar las exportaciones de grano esto para apoyar la Iniciativa de Granos del Mar Negro encaminada a solucionar la crisis alimentaria, 10. Poner fin a las sanciones unilaterales. 11. Mantener estables las cadenas industriales y de suministro. 12. La reconstrucción de Ucrania.
Putin ha visto con buenos ojos la propuesta, pero quedan incógnitas sobre acerca de que más pudo haberse hablado y que no se encuentra dentro de los 12 puntos. China ha sido muy cuidadosa en no comprometer ayuda militar a Rusia, pareciera que la busca formar un bloque oriental incluyendo a la India, Irán y Rusia que equilibre los bloques de occidente.
Por su parte, Vlodomir Zelenski dijo estar abierto al plan, pero ya avisó que solo sería aceptable si Putin retira antes sus tropas de los territorios ocupados en Ucrania.
Estados Unidos ha rechazado la propuesta, dado que China se ha negado a condenar a Rusia por su invasión de Ucrania.
A pesar de que China jugo un relevante papel en el gran avance diplomático que hubo en el conflicto entre Irán y Arabia Saudita, logrando restablecer las relaciones diplomáticas y reabrir embajadas, en el caso de la guerra entre Rusia y Ucrania, no parece tener el carácter neutral que necesita como mediador, dado la fuerte guerra comercial que tiene con los EE. UU. además del reclamo de Taiwán por parte de Beijing.
Desafortunadamente todo apunta a un expansionismo basado en la creencia de que, como lo dijo uno de los mayores promotores del concepto de geopolítica Friedrich Ratzel, «a medida que el territorio de los estados se hace mayor, no es sólo el número de kilómetros cuadrados lo que crece, sino también su fuerza colectiva, su riqueza, su poder y, finalmente, su duración».
POR FRANCISCO DE ASÍS